-¿Cuántas chances le ve a una salida acordada para la crisis del país?
-¿A qué le llama usted crisis?
-Me refiero a la ruptura institucional…
-Yo creo que uno de los problemas es que vivimos hablando de la coyuntura, no tenemos idea de dónde estamos parados. Esto que yo digo que necesitamos crecer sin pausa a 5% anual para llegar en 14 años al ingreso per cápita que Croacia tiene hoy y a 28 años para llegar al ingreso que España tiene hoy; y que para eso necesitamos la inversión de 35 puntos del Producto, que no hay forma de hacerlo si no es con la masiva inversión de capital privado que tiene que tener un estatuto de inversión a 10 años. Nadie está discutiendo eso. Estamos detrás de muchos países que ni nos imaginamos que están socialmente mejor que nosotros. Hay que plantear el desarrollo económico y social y no veo que esa sea la agenda de discusión política en Argentina.
-¿Por qué razón la vista tan corta?
-No lo sé, pero la hay.
-Tampoco parece ser algo nuevo en Argentina…
-Yo diría, con distintas concepciones. Perón tenía una visión del país que quería armar. Y también Frondizi, que logró en 4 años el autoabastecimiento del petróleo, el desarrollo del acero y siderurgia.
-Con la particularidad de que ambos fueron destituidos…
-Sí… Alfonsín tenía también una visión no económica sino en otro sentido, quería terminar el conflicto con Chile a como diera lugar, sentar las bases de una unión con Brasil, la idea de una reforma constitucional, de un sistema parlamentario… Entonces no es que siempre ha habido una visión de corto plazo, pero en los últimos años creo que hemos caído en eso y hay que levantarse.
-¿Cuál de los dirigentes que hoy están dando vueltas usted ve con mayor perspectiva de ejercer ese rol?
-No me corresponde a mí hacer una selección personal. Mucho menos cuando estoy en diálogo con todos para poner bajo un paraguas ciertos puntos que tienen que estar exentos de la competencia electoral.
-¿Cómo lo ha tratado el gobierno con esta propuesta?
-A la presentación del proyecto fue Daniel Filmus, y lo más importante allí era su visión del capítulo sobre educación; después me llamó para corregir una cifra presupuestaria. Randazzo me recibió el lunes pasado, estuvimos hablando una hora en su despacho, yo le entregué copias en digital para que la Presidenta las pudiera distribuir entre sus asesores. El tratamiento ha sido muy cordial y muy abierto. Ahora, por supuesto, una cosa es la cortesía de la recepción y otra es la chance de llegar a un acuerdo.
-¿Cómo ve los primeros dos años de Cristina Fernández?
-Prefiero no hablar de la coyuntura, sino uno entra en lo que impide hablar de los problemas a largo plazo. En términos generales lo que puedo decir es que desde que la Argentina salió del fatídico 1 a 1 que no podía sino llevarnos a la crisis que nos llevó, el país tuvo un período de recuperación importante primero durante el gobierno de Duhalde y luego con el de Kirchner, pero han comenzado a surgir algunos inconvenientes. Hoy es necesario más producción y medidas estables y políticas, de modo que me parece que el actual gobierno lo tiene más difícil que sus antecesores.
-Usted hablaba del 1 a 1 ¿Tuvo ese problema en el corto tiempo que estuvo con De la Rúa?
-Una de las razones por las cuales la dirigencia radical se volcó a favor del doctor De la Rúa era porque yo planteaba que había que salir del 1 a 1 y se temía que eso jugara en contra de una elección. Yo creo que no habría jugado en contra, porque uno de los pocos dirigentes que comprendía que debíamos salir del 1 a 1 era nuestro rival, Eduardo Duhalde, entonces se podría haber sacado esto de la competencia. Pero si la opinión pública está en contra, los economistas están en contra, el gabinete está en contra, entonces… Yo me hago cargo de la situación de De la Rúa que es un hombre sin formación económica, entonces entiendo que para él habrá sido muy difícil resolver.
-¿Cómo evalúa la situación de las provincias y qué rol tienen en el Bicentenario?
-Creo que lo mejor que podríamos hacer por el Bicentenario es resolver de una vez por todas el problema de la coparticipación. Vemos en este momento que el Estado nacional se queda con 2.400 millones de dólares y las provincias con 800, siendo que las provincias se hacen cargo de la Educación, de la Salud, de gran parte de la Justicia. Hoy vivimos en un Estado unitario, en el Bicentenario deberíamos consagrar el federalismo económico.
-¿Cómo ve la minería? ¿La ve como un factor de desarrollo?
-Por supuesto…
-¿No como una actividad cuestionable, desde lo ambiental?
-El medioambientalismo racional es una cosa y el medioambientalismo científico lo exalto. Ahora, el fetichismo y el ambientalismo salvaje me parece que son un freno al desarrollo.
