El gobernador bonaerense, Daniel Scioli, se sentó ayer a la mesa de diálogo con la presidenta Cristina Fernández pero pasó por alto el que aparecía como el tema más importante y caliente en la agenda previa: la crisis del campo. El eje del encuentro en la Casa Rosada fueron las cuentas provinciales, según reportó el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, en conferencia de prensa tras la reunión.
Se esperaba que el gobernador planteara a la Presidenta algunas de las ideas que había conversado durante la mesa de diálogo provincial con los productores bonaerenses. Entre ellas se destacaban una baja o eliminación de las retenciones al trigo y mayores facilidades para las exportaciones de carne y leche. Sin embargo, después de la convocatoria formal del Gobierno a la dirigencia rural y gruesas críticas de los productores durante la tarde, anoche el gobernador fue lapidario: "Yo no soy mensajero ni intermediario de las entidades del campo".
Las expectativas de acercamiento entre Scioli y la Mesa de Enlace quedó así en entredicho.
Durante su visita a la Expo Rural la semana pasada, Scioli se había comprometido con la Mesa del Enlace a llevar los reclamos del agro al más alto nivel del diálogo y había una gran expectativa.
Sobre este particular, el jefe de Gabinete apuntó que "no se habló del tema del campo" porque Scioli "es consciente de que hoy invité a los cuatro integrantes de la Mesa de Enlace a escuchar todo planteo que tengan por hacer y hacer conocer cuál es nuestra visión sobre situación del campo".
Aníbal Fernández, sí fue contundente en cuanto a las cuentas fiscales de las provincias, el eje de la reunión de Cristina ayer con Scioli y el gobernador de Río Negro, Miguel Saiz. En ese sentido sostuvo que "todas las provincias le deben al Estado Nacional".
El jefe de ministros destacó que "la relación inevitablemente pasa, cuando comienza una conversación criteriosa y responsable, por saber la situación en la que se encuentran cada una de las provincias respecto al Estado Nacional".
"Las relaciones son distintas por deudas con organismos internacionales de crédito, por lo que se conoce como CUM, el dinero invertido por el Estado para recuperar las cuasimonedas y por lo que se conoce como bono del Bogar, que se hizo en 2002 para recuperar las deudas de las provincias", precisó el funcionario.
Destacó que "en los dos casos (Scioli y Saiz), hablamos de lo mismo y repasamos los subsidios que se están percibiendo".
En ese sentido, el jefe de gabinete precisó que la inversión en la provincia de Buenos Aires es de 16.068 desde el 1 de enero de 2008; en el caso de Río Negro alcanza los 411 millones, mientras que las deudas en el distrito bonaerense son de 30.352 millones y ascienden a Río Negro 3.833 millones.
"Analizamos en el caso de las obras en marcha en la provincia de Buenos Aires y la que estaban pendientes. Para nosotros es primordial la obra como sostenimiento de la mano de obra y de la necesidad de generación de trabajo genuino", afirmó.
En el caso de Río Negro, Fernández dijo que se analizó "el eventual análisis de la ley de coparticipación, que se decía en 1994 que tienen dos años para ponerla en práctica pero requiere que entre las provincias se pongan de acuerdo para arribar a una propuesta común".
Mañana, la ronda de diálogo continuará con los gobernadores de Misiones, Maurice Closs y de Catamarca, Eduardo Brizuela del Moral. El viernes les toca a Sergio Urribarri de Entre Ríos y Ricardo Colombi de Corrientes.