El Gobierno de Brasil decidió imponer barreras a la importación de vehículos, en una medida que afectará el mercado automotriz de países como Argentina y México, entre otros, dijo el ayer una fuente gubernamental.

La medida, disparó una rápida respuesta del Gobierno argentino, en una escalada que podría afectar seriamente el comercio bilateral de los dos mayores miembros del bloque Mercosur.

"Las importaciones de automóviles y partes de vehículos ahora entrarán en un proceso de licencia no automática", afirmó una fuente del Gobierno brasileño. Anteriormente, los permisos para importaciones de este sector eran automáticas, con excepción de algunos casos.

La medida, cuya aplicación empezó el pasado martes, restringe la entrada automática en Brasil de productos de la industria automotriz, que ahora deberán hacer un trámite que tarda por lo menos sesenta días. Como la Organización Mundial del Comercio (OMC) impide la aplicación de licencias no automáticas para un determinado país de origen, en este caso Argentina, la medida afectará también la importación de vehículos y autopartes de otros como China, Corea del Sur y México.

Aunque en principio el Ministerio de Desarrollo, Industria y Comercio brasileño había informado que las autopartes y los neumáticos también estaban incluidos en las restricciones, luego aclaró que la norma sólo vale para los vehículos, poniendo dudas al alcance específico de las medidas.

A su vez, el Ministerio de Desarrollo, Industria y Comercio brasileño informó que se adoptó esta decisión como represalia por medidas similares que afectan a exportadores de alimentos del mayor país del Mercosur. Sin embargo, el ministro de Industria brasileño, Fernando Pimentel, negó que las medidas sean una represalia contra Argentina.

Al respecto, la ministra de Industria argentina, Débora Giorgi, afirmó que con la aplicación de licencias no automáticas para el sector automotor-autopartista Brasil está actuando "en forma intempestiva y sin aviso, afectando así el 50% del total del comercio bilateral". Además, Giorgi aseguró que "fue informada por el sector privado automotor argentino de la decisión de Brasil", y resaltó que "cuando Argentina aplicó en febrero pasado 200 posiciones nuevas en licencias no automáticas, el Gobierno nacional lo informó a su par brasileño 10 días antes del anuncio oficial y la medida recién entró en vigencia 30 días después".

Giorgi dijo también que Argentina tiene un déficit creciente en el sector, que en el primer trimestre fue de 1.007 millones de dólares y duplicó el registrado en el mismo periodo del año anterior.

"Este tipo de comportamiento atenta contra el diálogo natural de los dos socios mayoritarios del Mercosur y, fundamentalmente, afecta el compromiso que asumieron las dos presidentas de equilibrar la balanza comercial bilateral y lograr una industrialización armónica entre ambos países", añadió Giorgi.

Con esta decisión Brasil decidió elevar el tono del conflicto comercial con la Argentina y pegar en un sector como el automotor, que en toda la historia del proceso de integración había quedado al margen de los periódicos conflictos, y que representa 7.000 millones de dólares al año, según datos de la consultora argentina Abeceb.com.