El Gobierno salió ayer a defender el proyecto de reforma política que el Ejecutivo enviará esta semana al Parlamento al considerarlo de una "superlativa importancia".

El jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, rechazó ayer las críticas de los adversarios políticos a la iniciativa que busca modificar el actual régimen electoral y establecer las elecciones internas abiertas, simultáneas y obligatorias.

"Estando en la Argentina, la garantía de que los partidos van a seleccionar a sus precandidatos, el candidato definitivo, y después esos candidatos ya fortalecidos y legitimados por la voluntad popular van a ser los que van a competir y darle definitivamente un rol con absoluta representación no es menor, es de superlativa importancia", estimó.

El funcionario embistió particularmente contra el titular del radicalismo, el senador Gerardo Morales, quien poco antes había sostenido que "la reforma electoral no es la prioridad".

"El Gobierno quiere poner una cortina de humo para no hablar de la pobreza y del cambio en las políticas sociales", denunció Morales (legislador jujeño) por radio 10.

En declaraciones radiales, el jefe de Gabinete descalificó esas expresiones: "Lo llamaron a Morales para hablar del tema electoral y él se desvivía por plantearles el tema de la violencia y de la pobreza, que son los dos temas que han elegido para discutir, y dice que éste no es el tema importante", deploró.

"¿Cuál es el tema importante? ¿O los legisladores de la Argentina no pueden caminar y mascar chicle?", preguntó, con su habitual estilo confrontativo.

El jefe de Ministros insistió en que "la realidad es que todos los temas siguen siendo importantes, cada uno en su nivel y en su justa medida".

En su réplica a Morales y respecto de la pobreza, Fernández destacó que el Gobierno ha "multiplicado por diez el presupuesto del Ministerio de Desarrollo Social" y se preguntó: "Qué es lo que no estamos haciendo? ¿Dando la asignación universal (a la niñez)? Yo no estoy de acuerdo con eso".

El Gobierno pretende que el nuevo sistema sea aprobado antes del 10 de diciembre próximo, cuando se renovará la composición de las dos cámaras del Parlamento, para que pueda ponerse en práctica a partir de los comicios presidenciales de 2011.

Medios de prensa porteños informaron que el envío del proyecto será anunciado formalmente el próximo miércoles en un acto encabezado por la presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner.

Desde la oposición, el radical Ricardo Alfonsín, diputado electo por el Acuerdo Cívico y Social, admitió ayer la importancia de encarar una reforma política, pero expresó sus reparos sobre la eventual implementación del sistema de internas abiertas. Ese procedimiento podría "desvirtuar la identidad" de las fuerzas y "ocurrir interferencias", alertó.

El hijo del ex presidente Raúl Alfonsín, que dijo estar trabajando en una iniciativa sobre esta temática, se mostró a favor de realizar modificaciones en el "financiamiento de las campañas" no solo desde la "transparencia", sino también de la "igualdad, para que todos los partidos puedan llegar con su mensaje a la sociedad".