Un principio de rebelión protagonizaron en la mañana de ayer los guardiacárceles del Servicio Penitenciario Provincial en demanda de la presencia del ministro de Gobierno, Emilio Fernández, para exigirle mejores condiciones de trabajo, la designación de más agentes y la renuncia del actual director del Penal, Abenamar Avila, entre los planteos principales. Luego de reunirse con el ministro, quedaron en esperar los resultados de los compromisos asumidos por él, dijeron voceros del personal.

La situación fue la consecuencia de la fuga de un reo el martes pasado, Fabio Manuel Esquivel Icazati (20), del sector de máxima seguridad, de donde huyó usando las llaves del pabellón mientras era filmado. Los guardias investigados por la fuga hablaron de sobrecargas horarias y de la falta de personal, entre otras fallas en el servicio. Y partir de entonces se acentuó el malestar entre el personal, que se sumó a la escalada de violencia por algunas reyertas entre reos y motines registrados en las últimas semanas.

Al final, el ministro llegó a la institución pasado el mediodía y estuvo reunido casi dos horas con el secretario de Seguridad, Dante Marinero, el director Avila, la plana mayor del Penal, unos 100 guardiacárceles e incluso varios jubilados que asistieron en solidaridad con sus ex compañeros. El ministro salió y sostuvo que "acá no va a haber ningún cambio porque el único que tiene la facultad de remover funcionarios es el gobernador". Y sobre los pedidos que recibió (ver aparte con la palabra del funcionario) sostuvo que en los próximos días se van a incorporar entre 60 y 70 nuevos guardiacárceles.

Luego de asegurar que "no hay ningún autoacuartelamiento del personal, por el contrario la actividad es normal", el funcionario le atribuyó a la situación intereses políticos. "Son tiempos políticos y hay muchos sectores que quieren arrimar agua a su molino generando algún tipo de especulación, zozobra o intranquilidad en la población", dijo Fernández.

El encuentro se desarrolló en el Casino de Oficiales del Penal y a puertas cerradas porque no se permitió el ingreso de la prensa, que debió permanecer en el acceso principal.

"De acá no se va a mover nadie hasta que no llegue el ministro", dijo previo al encuentro una guardiacárcel que pidió reserva de su nombre para evitar represalias. Pero, según el testimonio de un par de agentes que salieron tras cumplir sus tareas, la actividad era normal en el interior porque se mantuvieron las guardias, nadie abandonó sus puestos y trataron de que los que asistieron a la reunión fuera gente que no cumpliera una tarea que pusiera en riesgo el funcionamiento del Penal.

Víctor Díaz, presidente de la Asociación del Personal Pasivo y Activo del Servicio Penitenciario Provincial, que agrupa a unos 530 asociados, dijo al término de la reunión que "acá no hubo un autoacuartelamiento. El ministro vino a escuchar los planteos del personal con el respaldo de la asociación. Y ahora quedamos a la espera de que se cumpla lo que se ha comprometido a hacer".

Los que estaban muy molestos eran la asesora legal de la asociación, Edit Liliana Ciotti, y el abogado José Luis Lavía, que dijo representar a varios guardiacárceles que han hecho planteos por la situación laboral. A ninguno de los dos se les permitió asistir a la reunión y en la puerta hablaron de que "el personal se queja porque no hay nombramientos, hay gente a la que les deben las vacaciones del 2004 y 2005 y que no se las pueden tomar porque no hay personal", dijo Ciotti. Y Lavía mencionó que "por el trabajo que realizan hay personal que necesita apoyo psicológico, pero cuando lo piden la Junta Médica no se los reconoce". "Acá parece que tienen más derechos los internos que los propios penitenciarios", sostuvo el profesional.

Entre los periodistas también circuló una nota, sin firmas, entregada desde el interior del instituto en la que los guardiacárceles pedían la renuncia de Avila por "maltrato".

Los pedidos

– Renuncia: Mediante una nota que circuló en la puerta del Penal entregada por el personal desde el interior se pedía la renuncia del director Avila por "maltratos" al personal. El planteo no llevaba firmas porque los penitenciarios tienen temor a las represalias.

– Más personal: En la misma nota se menciona que de 378 agentes que trabajan en el Penal sólo hay en actividad 220 porque el resto está de licencia, con tratamiento psicológico o ha sido separado del cargo por distintas situaciones que todavía no se resuelven.

– Condiciones laborales: Por el comentario de guardiacárceles que pidieron reserva de sus nombres dijeron que cuando les toca hacer guardias a veces no tienen dónde dormir y hasta que tienen que hacer sus necesidades en bolsas de supermercado o en un tarro.

– Cartas médicas: La queja es que porque en la tarea particular en el Penal hay muchos agentes que necesitan tratamiento psicológico, pero que cuando van a la junta médica del instituto se los rechazan.

Las respuestas

– Negativa: "Si todo el personal lo pide debería haber una nota firmada por todos haciéndose responsables de las cosas y las peticiones. Todos estamos expuestos a que cuando el gobernador lo considere debemos irnos. Avila hoy cuenta con nuestra confianza".

– Más gente: "Somos concientes de que se están llevando adelante tareas con recargos al personal. Lo razonable sería que no existieran, pero hemos dejado el compromiso, porque así lo veníamos analizando con el gobernador, de producir incorporaciones al Servicio Penitenciario y a la Policía".

– Desmentida: "Desde que nos hicimos cargo se hizo una unidad carcelaria nueva con todas las garantías de seguridad, se han mejorado los sistemas de seguridad (muros), se ha terminado el microhospital y se actualizan periódicamente los salarios, al igual que en la Policía".

– Abusos: "Es probable que haya alguna exageración en el tema de los pedidos de licencia, pero los vamos a analizar. Hay que ver si hay alguien que está cometiendo algún tipo de abuso en ese tema".