Postura. Ibarra y su equipo vienen mostrando su acercamiento con el uñaquismo. En Rawson, uno de sus concejales se sumó al espacio de García Nieto, lo que no le gustó nada a Munisaga, el candidato a intendente.

Luego de un tercer lugar y lejos de los que hicieron punta en las legislativas del año pasado, el ibarrismo selló un acuerdo político con el Frente Todos que conduce el gobernador Sergio Uñac. Pero la sociedad, que recién está caminando, sufrió un tropezón en Rawson, justamente en el bastión del espacio que lidera Mauricio Ibarra. Un concejal de su sector decidió cambiar de bando y acompañar al diputado Pablo García Nieto, quien viene trabajando en el departamento para ser intendente y cuenta con respaldo de Uñac. Y si bien el traspaso del edil se dio entre grupos alineados al proyecto del mandatario, el problema es que impactó en el candidato ibarrista en tierras rawsinas, el también diputado Carlos Munisaga. Y hubo cruces entre este último y García Nieto, lo que refleja el distanciamiento entre ambos. Se trata de un traspié en el distrito más poblado de San Juan y con el tiempo se verá si afecta el vínculo entre Uñac e Ibarra.

La alianza con el oficialismo provincial se convirtió en el refugio para el ibarrismo. El año pasado, el referente y sus alfiles jugaron en las legislativas encolumnados en el massismo y se vieron afectados por la polarización entre el justicialismo y Cambiemos. El resultado: terceros y lejos de los puestos de vanguardia. En 2015, con el frente basualdista, Ibarra quiso volver a la conducción de Rawson (que había logrado en 2003 y 2007), pero cayó ante Juan Carlos Gioja. Tras ese derrotero, el rawsino llegó a un acuerdo con Uñac, que se volvió visible con su apoyo a la gestión provincial y los movimientos de sus laderos: Munisaga acompañando al oficialismo en la Cámara de Diputados y la legisladora nacional Florencia Peñaloza sumándose al interbloque uñaquista. En ese marco, el objetivo es jugar dentro del frente Todos, con el sello de su partido Convicción Federal. Y en el terruño de viejas conquistas, Ibarra bendijo a Munisaga.

Pese a perder en la elección de 2015, el rawsino metió cuatro concejales y uno de ellos, Mauricio Carrizo, reconoció que está trabajando junto a García Nieto. Dijo que lo convenció el proyecto y aunque no quiso apuntarle al ibarrismo, habló de "personalismo" y que se siente "cómodo" y "mejor". Ante el pase, Ibarra se mostró conciliador y manifestó que "todo nuestro espacio está generando acciones positivas con el Gobierno. Muy pronto todo nuestro sector estará vinculado a lo que tiene que ver con acciones gubernamentales".

El que no lo tomó nada bien fue Munisaga, quien le apuntó a García Nieto. "Lo que hay que tratar es de captar al vecino de Rawson y ponerse a su servicio y no andar robando dirigentes", resaltó. Por su parte, el presidente de la bancada del PJ en la Legislatura retrucó que no tiene la culpa de que "haya gente que no se sienta contenida por Ibarra y Munisaga y sí por Uñac y su referente en Rawson. Si hay problemas de conducción, es problema de Ibarra", a la vez que negó que esté pescando dirigentes en ese espacio.

Si García Nieto se lanza como candidato del uñaquismo, tendrá la ardua misión de seducir a la estructura giojista que viene dirigiendo el departamento desde 2011. Desde el gobierno departamental habían señalado que el intendente Juan Carlos Gioja propondrá a un sucesor de su equipo, en el que no estaba el diputado. Sin embargo, fuentes calificadas hablan de acercamientos y el propio jefe del bloque del PJ en la Legislatura aseguró que "tengo muy buena relación con el intendente. Estamos trabajando en la Junta departamental, con los dirigentes y con el jefe comunal".


Apostillas rawsinas

  • En el giojismo

Fuentes de la gestión de Juan Carlos Gioja señalaron que suenan como posibles figuras del espacio Lucía Muñoz, Fabián Pereyra y Juan Carlos Salvadó. Hasta José Luis Gioja figura.

  • ¿Y en la oposición?

En el Frente Cambiemos se vislumbran dos potenciales candidatos. El PRO hace hincapié en Gimena Martinazzo, mientras que el basualdismo potencia a Gustavo Ruiz Botella.