La presidenta Cristina Fernández de Kirchner mantuvo ayer un encuentro con el nuevo canciller de Brasil, Antonio Patriota, preparatorio de la visita de la presidenta Dilma Rousseff a fines de mes. Tras la reunión confirmaron, en una conferencia de prensa, que Argentina y Brasil conformarán una comisión para estudiar la forma de "salir juntos al mundo a vender sus productos con valor agregado".
Patriota y su par argentino, Héctor Timerman, puntualizaron que se repasaron los temas de la agenda bilateral y se habló, en forma amplia, de energía, combustible, vivienda y de la frecuencia de los vuelos entre ambos países, entre otros temas.
"Revisamos la agenda bilateral, la visita de la presidenta Rousseff y los temas habituales del proceso de integración", señaló Timerman y anunció que "definimos que cancilleres y equipos se reúnan cada 90 días" y que la primera cita será en Brasil.
Patriota por su parte destacó la buena recepción del Gobierno argentino y afirmó que "estuve prácticamente con todo el Gabinete de ministros argentinos: De Vido (Julio) y luego en un almuerzo en la Cancillería con Defensa, Trabajo y otros".
"Con la presidenta coincidimos en que es un momento de gran potencial para ambos países, con tasas de crecimiento muy altas y con superávit en ambos países", dijo Patriota en muy buen español.
Con respecto a las asimetrías entre ambos países y los problemas comerciales, Patriota señaló que "nuestra decisión es responder a los problemas con más integración: mirar el cuadro grande y no detenerse en los detalles pequeños".
A su tiempo, el canciller argentino mencionó que "uno de los temas que interesan es que ambos países participen de las compras gubernamentales en Brasil con vistas a las Olimpíadas y Mundial de fútbol". "Además de ganarlo, a Argentina le interesa que sus empresas participen de la construcción de estadios y obras de infraestructura", dijo Timernman.
Ambos cancilleres señalaron la coincidencia en dar rango de política común a la necesidad de reformar el Consejo de Seguridad de la ONU. Primero Timerman y luego Patriota evaluaron que el Consejo debe reflejar el ordenamiento mundial actual y no el mundo de "finales de la Segunda Guerra Mundial".
El encuentro entre la presidenta, Patriota y Timerman se desarrolló en el despacho presidencial, durante poco más de 40 minutos. En este marco se destacó que la presidenta recibió al canciller de Brasil pero no atendió al secretario adjunto del Departamento de Estado norteamericano para América latina, Arturo Valenzuela (ver vinculada).
El brasileño felicitó a la presidenta por haber logrado la titularidad del G77 y por su participación en el G20, en donde Argentina insistió en la necesidad de modificar las instituciones mundiales como el Banco Mundial o el FMI.