El gobernador José Luis Gioja fue sometido ayer a la tercera intervención quirúrgica desde el fatal accidente del viernes 11 de octubre, en el que perdió la vida la diputada nacional Margarita Ferrá de Bartol. El equipo médico decidió operarlo como consecuencia de la infección que le detectaron en la zona más fina del páncreas, que había motivado que el paciente presentara picos de fiebre en los últimos días. A la salida de la intervención, que duró más de 4 horas y que tuvo lugar en el mismo Hospital Rawson, los familiares del mandatario y los funcionarios que se encontraban en el lugar eran optimistas sobre la recuperación del enfermo.

La primera de las operaciones tuvo lugar a las pocas horas de la caída del helicóptero en Valle Fértil, el mismo viernes, cuando decidieron extirparle el bazo, un órgano del sistema inmunológico cuya pérdida no acorta la sobrevida del paciente, según aclararon los profesionales en ese momento. En la madrugada del sábado su cuadro se complicó por una hemorragia interna en el abdomen, que obligó a una segunda intervención quirúrgica a las 4 de la mañana para eliminar ese sangrado y poder estabilizarlo. Y la de ayer fue para evitar las consecuencias de la infección.

Según el parte médico dado a conocer anoche a las 23.35 por el subsecretario de Información Pública, Luis Alberto Amín, a Gioja le tuvieron que hacer estudios complementarios de imagen, una ecografía abdominal y una tomografía toraco abdominal, que mostraron nuevos focos de infección.

Por eso el equipo médico que lo atiende decidió realizarle una laparotomía exploradora, es decir que le abrieron el abdomen para solucionar los problemas de la infección. También le practicaron un lavado y drenaje del abdomen y le colocaron 3 drenajes abdominales.

El paciente había llegado a permanecer más de 48 horas respirando por sus propios medios e incluso los profesionales que lo atendían evaluaban la posibilidad de derivarlo a la Terapia Intermedia del mismo centro asistencial, pero la reaparición del cuadro infeccioso canceló esos planes. Incluso tuvo que ser conectado nuevamente al respirador mecánico.

Esa infección fue lo que le impidió al Gobernador salir el martes de Terapia Intensiva para pasar a una sala de Terapia Intermedia del Hospital Rawson.

Su evolución venía muy favorable, pero ante el nuevo cuadro lo tuvieron que conectar otra vez al respirador artificial y hacerle un minucioso seguimiento por infectología.

Al estar en un área reservada para pacientes críticos, los médicos venían advirtiendo desde el principio que era posible la aparición de infecciones. De hecho, semanas atrás le detectaron un germen en el sistema respiratorio y una colección de líquido en la misma zona que ahora, aunque los cultivos dieron negativo en el último caso.
El informe dice que Gioja, que ayer cumplió 29 días internado, está bajo los efectos de sedantes, que tiene parámetros cardiovasculares estables y que el funcionamiento intestinal y de sus riñones es normal. Por otra parte, continúa haciendo trabajo de kinesioterapia respiratoria y neuromuscular para avanzar con la recuperación de los pulmones.

Durante la larga espera, pasadas las 22.30, monseñor Alfonso Delgado dejó la Terapia Intensiva del Rawson junto al padre Rómulo Cámpora y dijo que había estado con la familia del mandatario, a quienes había visto bien y con una sonrisa. El religioso aprovechó para pedirles a los sanjuaninos “que sigan rezando por el Gobernador”.

No obstante, recién a las 23.15 una ambulancia del mismo centro asistencial trasladó al paciente desde la zona de cirugía, donde había sido intervenido, de vuelta a la Terapia Intensiva del Rawson.
El nuevo parte médico llevó la firma de Jorge Mira Blanc, gerente técnico del Rawson, y del director ejecutivo del centro asistencial, Armando Rosales.

Para que pueda dejar la Terapia Intensiva, los profesionales van a seguir atentos al estado de sus pulmones, que se vieron afectados por un fuerte golpe en la caída del helicóptero. Pero ahora, además, deberán monitorear la evolución de la intervención quirúrgica y esperar a que no se presenten nuevos focos infecciosos que impidan la plena recuperación del enfermo.