Mantiene indetectables los niveles del virus luego de pasar los últimos 12 años sin tomar la medicación del tratamiento.

Una paciente de la ciudad de Buenos Aires diagnosticada en 1996 con HIV (el virus que provoca el Sida) logró mantener niveles del virus indetectables en la sangre luego de pasar los últimos 12 años sin tomar la medicación del tratamiento.

Se trata de un caso excepcional que abre la puerta a investigaciones para comprender mejor cómo funciona la enfermedad. El caso, que fue publicado recientemente por la revista de la Sociedad de Enfermedades Infecciosas de América, es de una paciente de 56 años que es tratada desde 1997 por la médica Analía Urueña y la infectóloga Isabel Cassetti en Helios Salud.

"El caso se inscribe dentro de un grupo muy reducido de personas en el mundo (menos del 15% de las personas con HIV) que dejaron el tratamiento y lograron controlar la replicación del virus y mantenerlo indetectable", contó Cassetti.

La "paciente" tiene algunas otras condiciones que la hacen excepcional. "Ella llega al diagnóstico de HIV con enfermedad avanzada en 1996, con sus defensas muy bajas y una altísima carga viral; ahí comienza un tratamiento que abandona al año y en 1997 llega a Helios donde comienza de nuevo el tratamiento, y la carga viral disminuye", recordó la infectóloga.

Esta característica de haber llegado en forma tardía al diagnóstico es diferente a todos los otros casos de personas que "controlaron" el virus con diagnostico temprano.

"La segunda condición que la convierte en un caso excepcional es que ella perdió los anticuerpos. Si se le hace hoy un test no se detecta que tiene HIV. La tercera es que lleva 12 años con su carga viral indetectable", describió la infectóloga.

Para 2007 la paciente presentaba efectos adversos a las drogas. El equipo de salud acordó con la paciente suspender el tratamiento y realizar un seguimiento para ver su evolución. "Le hacíamos pruebas y notamos que la carga viral permanecía indetectable", contó.

Viajaron junto a la paciente a EEUU. Allí se le realizaron biopsias. Las conclusiones fueron que la carga viral en sangre permanecía indetectable, pero se encontraron fragmentos de virus en los ganglios linfáticos, donde el virus encuentra reservorios, lugares donde se puede alojar sin que las drogas lleguen a eliminarlo. "Hablamos de remisión y no de cura porque la cura implicaría que no hay virus en sangre ni en reservorios", aseguró la infectóloga. Agregó que "no sabemos qué puede pasar en el futuro; ella sigue con controles". "Lo que se abre es la posibilidad de estudiarlos para ver si este aprendizaje sirve para otras personas", añadió.