Según un estudio de la Universidad de California, en San Francisco, el consumo desmedido de alcohol provoca deshidratación, alteraciones hormonales y descuadra las citosinas (las proteínas responsables de la comunicación intercelular), por no hablar de los efectos tóxicos del alcohol en la sangre.

Conociendo los daños, sabemos qué hay que reparar. Está comprobado que determinados alimentos, por su contenido en vitaminas, minerales, aminoácidos o azúcares, pueden mitigar nuestra agonía. Los mejores, aquellos que no hagan trabajar mucho al hígado. ¿Frituras y guisos contundentes? Dejalos para otro día.

1. Leche

Empecemos por una “cura” instantánea: un vaso de leche. Probablemente menoscabe su reputación fiestera, pero nadie tiene por qué enterarse. “Es rica en calcio y suele calmar la gastritis provocada por el alcohol. También contiene cisteína, un aminoácido que digiere el acetaldehído producido cuando el cuerpo trata de procesar el alcohol ingerido”, dice Izaskun Arrarás de María, del Colegio Oficial de Dietistas-Nutricionistas de Navarra (CODINNA). Un yogur natural también sirve. “Es rico en vitamina B5”, añade. Todo aporte de vitaminas y minerales es bienvenido en estos casos.

2. Espárragos

Un sencillo manjar al que hay que darle una oportunidad. Sabroso, nutritivo y enemigo acérrimo del malestar alcohólico. Un estudio de la Universidad Nacional Jeju (Corea) dictaminó que los aminoácidos y minerales de los espárragos pueden calmar la resaca y protegen las células del hígado contra las toxinas. Este larguirucho brote (blanco o triguero) tiene, además, propiedades contra los hongos, diuréticas y antiinflamatorias.

3. Sándwich de panceta

¿Todo preparado para salir de fiesta? ¿Fijador para el pelo, ropa limpia, perfume, aspirina… beicon? No hace falta que salga con él, pero procure tener provisiones en la nevera: le serán de gran ayuda la temida mañana del día después. El clásico sándwich de beicon, calentito y jugoso, es un buen aliado contra la resaca, según un estudio de la Universidad de Newcastle (Reino Unido): el pan es rico en carbohidratos y el beicon va a tope de proteínas, que se descomponen en aminoácidos y nos hacen sentir mejor.

4. Banana, una fuente de potasio

¿Por qué es tan necesario? “El alcohol nos deshidrata, pues inhibe una hormona encargada de la reserva de líquidos en nuestro cuerpo”, explica Moisés Robledo, médico de familia y secretario de información de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG). Así, disminuye la cantidad de potasio en sangre, que se puede reponer con esta deliciosa fruta, rica, también, en vitamina B6.

5. Jugo de tomate

El típico Bloody Mary (cóctel de vodka y jugo de tomate) del día siguiente tiene fundamento… si le quitamos el alcohol. El jugo del fruto (rico en azúcares simples) combate la hipoglucemia (bajada de azúcar) que conlleva la resaca, contribuye a hidratarnos y contiene licopeno, un componente con múltiples beneficios, entre ellos el antiinflamatorio. Lo de suprimir el vodka tiene sentido. “No podemos combatir un problema de residuos en el organismo generando más residuos”, zanja Moisés Robledo.

6. Huevos

Ya iba siendo hora de pegarse un buen desayuno a base de huevos, ¿no? Pues hoy es el día. Entre sus múltiples beneficios está el hecho de que vienen cargados de vitaminas B: B2, B6, B12… La B6, en concreto, desempeña un papel esencial en nuestra recuperación, según el estudio de la Universidad de California antes citado. Y por si fuera poco, son ricos en cisteína, un aminoácido eficaz contra las toxinas.

7. Atún

“Es rico en alfa-cetoglutarato”, expone la dietista Izaskun Arrarás de María, “una enzima que también puede ayudar a minimizar los síntomas de la resaca”. Es vasodilatadora, favorece la correcta irrigación sanguínea de los tejidos, proporciona oxígeno y elimina toxinas. Si no tiene a mano un filete, conténtese con una lata. Otro pescado idóneo para capear mejor el temporal es el salmón, excelente proveedor de vitaminas del grupo B.

8. Jugo de naranja

Estamos deshidratados, así que cuantos más líquidos bebamos, mejor. Haga un esfuerzo por moverse, corte unas naranjas y conecte el exprimidor: el zumo de cítricos le sentará de maravilla. Si desayuna fuera, pídalo en el bar. “Por su alto contenido en vitamina C y fructosa ayuda al hígado a metabolizar el alcohol”, afirma la nutricionista.