San Juan.- Lo mejor del repertorio de Charly García sirvió de hilo conductor para relatar el dilema de un joven pintor al que un poderoso empresario le pide de una obra conmemorativa de la Declaración de la Independencia Argentina en 1816.
Durante seis escenas, con más de 300 artistas, se plantearon grandes temas de distintas épocas y culturas en un musical siempre con el fondo de la sala de reuniones de la Casa de Tucumán. La lucha de clases, la libertad, entre otros fueron los debates planteados durante más de 90 minutos de puesta en escena.
El escudo con acróbatas aéreos a más de 40 metros de altura fue de lo más impactante de la noche y lo que más aplausos se llevó. Los fuegos artificiales fueron el broche de oro para una noche de lujo.

