Por ser éste uno de los problemas que más aqueja a la sociedad, la Fundación El Camino cuenta con dos grupos para el tratamiento de las adicciones, uno en la parroquia María Madre de Dios y otro en Guadalupe momentáneamente. Para poder cubrir con todas las necesidades, el arzobispado donó el ex centro comercial (que a su vez le había sido cedido), para levantar allí el Centro de Oficios que contendrá a las personas en tratamiento y les brindará formación laboral.
Claro que para poder llegar a este objetivo deben dejarlo en condiciones porque está totalmente arruinado y desmantelado, a lo que se suma que actualmente es usado para drogarse, cuentan los vecinos de la zona. Posteriormente llegará la etapa de equipamiento para lo cual han presentado proyectos en distintos organismos, o bien con donaciones, que permitirán comprar herramientas para herrería, carpintería, tejido y costura.
Ambos talleres están coordinados por Natalia y Rubén, dos personas recuperadas y preparadas para llevar adelante esta misión" "La Fundación pudo ayudar a estos dos jóvenes a capacitarse durante un año en la Universidad de Córdoba como acompañantes terapéuticos en adicciones. Ahora los buscan y los llaman de un muchas parroquias", cuenta Irma.
