� Al emitir su discurso en la apertura de sesiones, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner se declaró ayer ‘creyente‘ y dijo sentirse ‘parte de la Iglesia‘, aunque admitió que tiene ‘diferencias‘ con la jerarquía eclesiástica católica, al referirse a la reciente renuncia de Benedicto XVI al pontificado.