“Fue un rodaje complicado. La producción resultó muy cara para la época”, comentó Randy Haberkamp, programador del ciclo “El mejor año de Hollywood: las candidatas a mejor película de 1939”.

Por entonces los estudios Metro-Goldwyn-Mayer (productores de “El Mago de Oz) buscaban una película para competirle a “Blancanieves”, el gran éxito de Disney en 1937. Pero los estudios se toparon con un proyecto por el que pasaron cuatro directores (Victor Fleming, que filmó la mayor parte del metraje; Mervyn LeRoy, Richard Thorpe y King Vidor) y hasta 16 guionistas, la mayoría sin acreditar.