En la Justicia federal, la única que se animó a dar su versión fue Paula González (43). Y sus declaraciones fueron explosivas. Así, aseguró que los ingresos de su marido provienen del Club San Martín, porque integra un selecto grupo de barras no mayor a 5, a quienes les dan entradas para revender y quienes manejan el negocio del estacionamiento. ‘Es buen dinero el que gana mi marido en la cancha de San Martín, todos los días’, declaró. También aseguró que los bienes del matrimonio fueron adquiridos mayormente por ella, que es ‘muy ahorrativa’ ya que es prostituta desde los 16 años, según consta en el expediente. González, negó haber robado con su marido a un cliente de prostitutas que le responden, como su propia nuera. Y aunque negó la relación de su marido con el negocio de los estupefacientes, admitió que se droga: ‘consume cocaína y la consigue en la cancha, ahí se consigue de todo’, aseguró. Los pesquisas saben que González al ser imputada no está obligada a decir la verdad.