La pavimentación de la traza desde Tucunuco a Mogna quizá sirva para que este último paraje vuelva a renacer. El pueblo que alguna vez albergó a una próspera colonia de 16 familias -donde se construyeron casas, una iglesia y una escuela- hoy es un pueblo fantasma. La Cooperativa Tucunuco fue impulsada por el gobierno de Eloy P. Camus y convocó a 16 familias, unas 50 personas, de profesionales de Buenos Aires que vinieron tras el proyecto cuyo fin era revertir el proceso de emigración en la Argentina, desde el interior hacia la capital. El predio era la mitad de una de las estancias de la viuda de Cantoni, que había sido comprado a tranqueras cerradas por el Gobierno de San Juan con el fin de realizar el proyecto mencionado. Con la caída del gobierno constitucional de Isabel Martínez de Perón, no se reconocieron los derechos de los colonos. El gobierno militar los consideró sospechosos y realizó allanamientos, aunque no se llevaron a nadie. Los pobladores se fueron por dificultades económicas, según contó años después la ex colona, María del Carmen Bouzas.