En esta época del año la mayoría de las familias comienzan a pensar en “las  fiestas” y sus vacaciones. O sea con quién y donde pasaremos tal o cual fiesta, y aquellos que pueden irse de vacaciones dónde, cuándo, etc. pero esto requiere organización, lo que implica negociación, acuerdos y por supuesto una comunicación fluida y buena predisposición.

 

Pero esto, que puede ocasionar un dolor de cabeza para algunos, puede transformarse en una verdadera “misión imposible” para otros.

 

Esto último es lo que les sucede a muchas parejas, o mejor dicho ex parejas,o familias “en conflicto”.Para ellas si quieren planificar y organizarse de una manera realista y cumplirlas mayorías de las expectativas de todos los involucrados no les queda más remedio que judicializar su problemática. Antes de ir a vacacionar primero deberán pasar por el juzgado.

 

Lamentablemente se trata de problemas de relación de vieja data que no han podido sortearse por lo que se ven obligados a acudir a la justicia para dirimirlas presionados o apurados por estas fechas.Y es que en esta época del año a sus problemas de base se les suma las comunes de la mayoría, me refiero al estres, balances personales, ansiedad y cualquier otra carga emocional que pueda mal predisponer.

 

Todo esto genera un sinnúmero de expectativas y forma un coctel inestable propia de una “bomba de tiempo”capaz de generar mucha frustración y decepción, sobre todo porque tiene el potencial de proyectar se al resto de los familiares de las parejas en conflicto, me refiero que de rebote puede afectar, además de los propios menores, a los abuelos, tíos,primos, etc., justo en una época donde debiera reinar otras emociones y valores como la paz, el amor, la felicidad, la unión, etc.

 

Este fenómeno se repite año tras año por lo que se lo suele considerar un “clásico” en los juzgados de menores y de familia de todo el país.

 

Y es que deben resolverse cuestiones elementales como qué fiestas y con quién pasara losmenores, sus horarios de retiros y retorno,y ni que hablar si alguno de los padres desea pasar unas vacaciones fuera de la ciudad o en el extranjero, como sucede ahora que miramos especialmente a nuestro vecino país de Chile, para ello se requiere el consentimiento del otro o en su defecto la autorización judicial.

También es de destacar que desde hace un tiempo hay un nuevo paradigma en materia de niñez y es que los mismos puedan ser “escuchados” dentro de un proceso y así manifestarse libremente coadyuvando con la resolución del conflicto.

 

Colaboración: Javier A. Hidalgo Caballero – Abogado / Cel y WhatsApp: (0264) 155-650317                                                                    jhidalgo_caballero@yahoo.com