El padre de la menor golpeada habló ayer en exclusiva con DIARIO DE CUYO y, con la voz quebrada, confesó sus primeras sensaciones al encontrar a la menor, en la madrugada del sábado: ‘Lo que le hicieron a mi hija fue la peor aberración que se pueda imaginar hacia una persona’. El hombre, que pidió reserva de identidad para proteger a la menor, señaló que la chica de 16 años tiene asistencia psicológica y contención espiritual de los frailes del colegio al que asiste, el San Francisco.
Este medio ya había dialogado brevemente con el papá, pero ahora el hombre decidió sostener una entrevista más extensa. Sobre la noche en la que sucedió la agresión, en la que a la menor la golpearon, escupieron, orinaron y le realizaron otras vejaciones en una fiesta denominada previa, el papá llegó a esa casa de Santa Lucía tras un llamado telefónico.
‘Yo la encontré en la vía pública y verla fue un dolor de padre inmenso, que no se puede explicar. Lo que le hicieron a mi hija fue la peor aberración que se pueda imaginar hacia una persona. Fue un momento indescriptible. No sé cómo mi hija y nosotros como familia vamos a salir de esto’, apuntó, quebrado emocionalmente.
‘Hace tiempo que trato de proteger a mi hija de todas estas cosas. Ahora sólo quiero ayudarla porque simplemente no está bien, está pasando por un momento muy duro, con episodios en casa que prefiero reservar y no contar. Esto nos destruyó. Estamos viviendo un infierno’, agregó.
Sobre el hecho de que la joven fue bañada y su ropa lavada aquella madrugada, una circunstancia que para el juez de la causa pudo implicar la pérdida de pruebas genéticas, el padre señaló que en ese momento sólo pensó en su hija. ‘Vi y escuché comentarios sobre por qué le lavamos la ropa o el pelo, pero ahí, en ese momento, jamás pensé en otra cosa que no fuera llevarla a casa. Verla ahí fue muy fuerte, algo que no podía creer. Yo de cuestiones legales no sé nada y lo que menos se me cruzó por la cabeza fue preservar pruebas genéticas’, dijo.
El papá señaló que no conoce a los agresores y dijo que para eso está actuando la Justicia. Y agregó que no tiene planeada ninguna acción legal paralela al trabajo que está llevando el titular del Primer Juzgado Correccional, Eduardo Agudo. ‘No puedo pensar en algo así en este momento, mi cabeza no lo permite. Sinceramente no puedo tener la frialdad para pensar en otra cosa que no sea la recuperación de mi hija. También me preguntan si voy a cambiarla de escuela y eso es otra cosa que ni siquiera me cuestiono. Es más, el colegio no tiene nada que ver y muy por el contrario, estamos recibiendo una contención impresionante’, confesó.
En tanto, el hombre dijo estar sorprendido por la marcha que se realizó el martes para pedir justicia por la chica, pero que no quiere que se genere ‘agresividad social’, en función también de la difusión y escrache en las redes sociales de posibles sospechosos. ‘No convocamos a ninguna marcha y me parece que hay que preservar la calma en la sociedad. Nosotros seríamos incapaces de generar una cuestión de agresividad social porque no corresponde, no es la vía. Yo quiero que se haga justicia, pero por el camino que corresponde. La mamá de mi hija y yo tenemos bien en claro cuáles son los caminos que corresponden. No estoy de acuerdo con la magnificación social, por el contrario, pese a todo mi dolor de padre mi mensaje es mantener la calma’, indicó.

