El Archivo del Hospital Rawson es la única oficina que sigue funcionando tras la mudanza. Su personal dijo sentir más miedo ahora que hay poca gente. El rechinar de puertas que se abren solas, cajas que se caen de las estanterías y una enfermera vestida de blanco son las situaciones extrañas que dicen ver y escuchar habitualmente.
Según la gente del área Estadísticas, que baja habitualmente al sótano donde hay más de 2 millones de historias clínicas, los ruidos se oyen desde hace muchos años. “Dicen que acá funcionó la morgue después del terremoto del 44’ y después fueron salas de internación. Tenemos 9 habitaciones en las que se debe haber muerto mucha gente”, dijo Sara Moreno, que es la encargada de cerrar el archivo después de las 14. “Hay gente que vio a una enfermera, que acá le dicen Blanca (por su vestimenta) y que se cree que es ‘S‘, la enfermera que se suicidó en la zona de los consultorios externos hace años”, agregó. plaza de Pocito, entre otros.
