Cuando uno mira la estructura de la política macroeconómica del gobierno no hay ninguna herramienta diseñada para contener la inflación, con excepción del congelamiento de tarifas en Buenos Aires, no en el resto del país; y una política cambiaria peligrosa porque lo que hace es contener la presión inflacionaria dejando que el dólar suba pero no tanto como la inflación. Esto sabemos que es pan para hoy y hambre para mañana. Cuando me fui del Central el dólar valía $3 y la inflación era de 5%. Hoy ese número del tipo de cambio sería entre 5 y 6.