En el país se redujo un 30% la distribución de aceite, lo que explica de manera sustancial el faltante de óleo en el mercado interno. Ese factor, a su vez, desencadenó circunstancias de fondo que afectan de manera potencial la escasez en la venta minorista. La carencia de aceite tiene como punto de origen la disminución del cupo de exportación del producto procesado, en sus distintas presentaciones. La solución, todo indica que una suba en el precio de venta. Los empresarios del sector sintetizan que la reducción de la venta al exterior a precio internacional implicó una pérdida del subsidio, subvención canalizada mediante la denominada ‘mesa exportadora‘ para sostener el precio en la comercialización interna. En consecuencia, ello llevó a una reducción del volumen de aceite subsidiado, según el empresario. En cuanto a la cupificación, no deja de ser una consecuencia de la distorsión en la comercialización de aceite. Se trata de la venta ajustada a un cupo o tope de unidad que se extiende por toda la cadena mercantil, desde hace casi tres años, precisaron desde la Cámara de la Industria de Aceites. Así, los supermercados e hipermercados determinan desde entonces la compra de un envase de aceite, de las presentaciones más demandas (900 mililitros o litro y medio) por persona. También la implementan las distribuidoras en cada operación con los pequeños y medianos comercios.
