A Víctor Sierra, Luis Enriquez, Mario Alberto Cuello y Roberto Arroyo los une desde hace casi 30 años la Guerra de Malvinas. Tienen los mismos recuerdos tristes de los días en los que lucharon y la misma necesidad de reclamar sus derechos de ex combatientes. Pero ahora, además, los une la esperanza. Es que ellos ven las acciones del Gobierno como una forma de que, en el futuro, se recupere la soberanía argentina sobre las Islas Malvinas. Pero siempre, aclaran, usando la diplomacia y no las armas. En oposición, describen la reacción de Inglaterra (enviar un buque y al príncipe William con uniforme militar) como una provocación y dicen que así, los británicos están quedando mal ante los ojos del mundo.
Los veteranos comentan que desde el inicio de las acciones diplomáticas para recuperar las islas, ellos sienten que por fin alguien los escuchó y que ya no están solos en la lucha que vienen desarrollando desde la Guerra.
‘Gracias a esto se volvió a hablar de Malvinas, de la soberanía, del reclamo por nuestra tierra. Y el hecho de que todo llegue a la Organización de las Naciones Unidas lo hace una cuestión que alcanza a toda América‘, dice Víctor Sierra y recibe la aprobación de sus compañeros.
Tanto Sierra como Arroyo y Cuello tuvieron la posibilidad de ver la actuación de la Argentina de cerca, es que el trío estuvo en la conferencia que ofreció la Presidenta para anunciar la denuncia ante la ONU. ‘El acto me hizo recordar el principio, cuando los ex combatientes iniciamos los reclamos para que se nos tuviera en cuenta‘, cuenta Sierra sobre la experiencia. Y sin más opina que ‘yo creo que está bien que se denuncie. Me parece que la militarización de las islas es una provocación de los ingleses‘. Mientras que Enriquez agrega: ‘La militarización es perjudicial para ellos mismos. El mundo ve que mientras los Ingleses buscan un conflicto armado, nosotros buscamos la paz‘. Es que ellos, que fueron protagonistas directos de la guerra, están convencidos de que la Argentina no tiene que usar las armas nuevamente.
Los cuatro observan una luz de esperanza en el reclamo, aunque están seguros de que los resultados llevarán mucho tiempo. ‘Que hayan comenzado las negociaciones y el apoyo que está recibiendo Argentina de parte de otros países nos hace pensar que con el tiempo puede haber una solución‘, dice con entusiasmo Arroyo, y Cuello le da una palmada aprobadora en la espalda.

