Ricardo Escuela se anotó en la lista de los grandes que ganaron la Doble Calingasta, la “Clásica de Clásicas” y para ello debió sufrir mucho. Es que desde que salió ayer desde Calingasta, en la segunda y última etapa de la competencia, el pedalistas fue llevado por sus compañeros de equipo que trabajaron para él. El tema era que su físico había quedado sentido de la escapada que realizaron el sábado. “No me sentía en mi mejor día en la subida y sin dudas la trepada de ayer me pasó factura, quizá es porque no estoy en condiciones físicas y estoy desde hace dos semanas y media entrenando. Gracias a Dios siempre está a disposición el equipo que estuvo aguantándome y esperándome para que yo llegue arriba y por suerte se dio”.

Haciendo referencia al tipo de competencia que se dio ayer entre Calingasta y la ciudad capital, el pedalista barrealino explicó que: “Fue una carrera bastante dura que me pasó factura en el físico ya que no vengo en mi mejor forma física. Pasa que venía de estar parado durante varios días producto de una caída y recién esta fue mi segunda carrera después de ese golpe que me di”, contó el vencedor haciendo referencia a una rodada sufrida en el inicio de la Vuelta a San Juan que lo marginó de la prueba.

En cuanto a lo que hizo el equipo de la Municipalidad de Pocito para que él se quedara con la clásica, sostuvo que “escuché en todas las radios y vi en todos los diarios que el equipo hizo todo lo posible y utilizó todos los medios para que yo me pudiera quedar con esta carrera. Primero con Juan Pablo Dotti, después con el Turco Julio y también Font, dándole hasta el final con todos los corredores a rueda. Nosotros también estuvimos firme desde atrás y a rueda de todos porque sabíamos que Palmar del Lago tenía que descontar tiempo para llegar adelante con Saldaño”.

Estas carreras largas son en las que priman las tácticas de los equipos, algo que Escuela también analizó: “Hay que hacer estrategias buenas. Esta mañana (por ayer) hablamos con el equipo y se decidió que la carrera la ganaba yo”, cerró.