”Fue una emboscada. Nos estaban esperando. Botta quedó con el ojo cerrado, a Albil le pusieron un arma en el pecho, Gastón Díaz estaba lastimado. Incluso una persona del San Pablo que el día anterior estaba con el tema de la seguridad, se sumó a pegar‘. La dura descripción de lo que se vivió en el camarín de Tigre corresponde al jefe de seguridad del club, Rubén Pasquini, quien tuvo en su rostro un duro golpe producto de un culatazo de arma.
Por su lado el arquero, Damián Albil, apuntó que “me dieron un culatazo en el pecho, peleamos con quince tipos entrenados para golpearnos, y después nos apuntaron a todos” y agregó “después vino la policía derecho a golpearnos. Es inentendible. Nos esperaron en la puerta con unos palos que se alargan tipo látigos. Estoy mal porque veníamos a jugar una final”, agregó.
Por último, el ex presidente de Tigre, Sergio Massa, destacó que “esperemos que la Confederación sancione como debe a San Pablo. Nosotros solo queríamos jugar una final y nos pegaron mal. Desde ayer (por el martes) que esto viene mal. Es una vergüenza”.