Desde la óptica de Domingo Faustino Sarmiento, Rosas era un caudillo que representaba la barbarie que deriva de la naturaleza y la falta de civilización presente en el campo argentino.

Para Sarmiento, Rosas y Facundo Quiroga eran lo mismo. En su libro Facundo, el sanjuanino describe al gaucho, al caudillo, a todos los elementos que representan para él el atraso y con el que hay que terminar.

Para muchos, Rosas es considerado el bárbaro, mientras que Sarmiento es el civilizado. Como así también, Rosas es visto como el patriota mientras que el sanjuanino es admirador de la cultura exterior.