Una gruta de vieja data muy cerca de un gran eucalipto recuerda a una víctima, de las tantas que hubo en esa calle. Según la Policía, seis accidentes de tránsito en promedio por mes se registran en el lugar. Sin dudas que la avenida Barboza, la entrada principal a Media Agua, tiene un problema que creció con los años. Se trata de una serie de eucaliptos que se desarrollaron fuera de línea y cuyas raíces alcanzaron tal porte, que tapan la banquina y avanzan incluso sobre el pavimento. Esto obliga a los peatones a caminar por la calle, una circunstancia que en una arteria tan transitada como esa genera accidentes, varios de ellos fatales. Por eso, los vecinos bautizaron a esos eucaliptos de una forma simple y tétrica: "Los árboles de la muerte".

Sin embargo, tras varias quejas, los ejemplares tendrían las horas contadas. Según reconocieron desde la Municipalidad de Sarmiento, el reclamo vecinal hizo que el martes pasado decidieran erradicar estos árboles, por lo que iniciaron las gestiones para conseguir la autorización de Medio Ambiente.

Los llamados árboles de la muerte están sobre el costado Norte de la Barboza, una calle cuya banquina de tierra está delimitada por un canal, que a su vez está pegado al alambrado de unos campos. Es decir, los peatones no tienen vereda y tampoco una vía de escape para evitar caminar por el pavimento cuando se encuentran con los árboles.

Si bien hay seis eucaliptos fuera de línea, dos de ellos son los más peligrosos ya que avanzan sobre la banquina e incluso algunos centímetros sobre la cinta asfáltica. "Si vengo con los niños, del lado Norte ya no camino más porque me da terror salir a la calle cuando me topo con los árboles. Y en época de cosecha es peor andar por ahí, porque los camiones pasan volando", dijo Marisa Díaz, quien todos los días va y viene por la Barboza.

"En zonas rurales donde la gente tiene que caminar por la banquina, se debe ir a contramano del tránsito. Pero acá no queda otra que rodear los árboles por la calle. Por eso hace muchos años que decidí no andar de noche", dijo Domingo, otro lugareño. Precisamente, otro de los problemas en la calle de los árboles peligrosos es la iluminación. Si bien hay alumbrado público, los postes están de lado Sur y la luz no es lo suficientemente intensa como para avisar del peligro.

Para los vecinos, la solución es eliminar los árboles y mejorar la iluminación, algo que la municipalidad tiene proyectado, aunque sin fecha de concreción. "Este martes tuvimos una reunión y decidimos cortar los ejemplares, tras una serie de pedidos vecinales. De momento estamos en etapa administrativa, para conseguir el permiso de la Subsecretaría de Medio Ambiente. No lo hicimos antes porque recién en esta época disminuye la actividad agropecuaria y hay menos tránsito. La calle Barboza es la principal salida de nuestros productos hacia la ruta 40 y no queríamos complicar la cosecha", indicó ayer el secretario de Gobierno municipal, José Luis Fernández. Y explicó que "estimamos que las excavaciones alrededor de los árboles van a tener entre 5 y 6 metros de diámetro, por lo que la calle va a quedar con espacio muy reducido para transitar. De todas formas, es una decisión tomada y la obra la vamos a hacer lo más rápido posible".

A su vez, en el municipio evalúan la posibilidad de cambiar las lámparas del alumbrado público actuales por otras de mayor potencia, o reforzar la iluminación con nuevas luminarias, buscando disminuir la cantidad de accidentes en la calle de los árboles de la muerte.