Llevaba 8 años de exilio en Francia y esperaba la asunción de Alfonsín para regresar. La persecución del gobierno militar lo había obligado a dejar a su familia y la carrera universitaria que estaba por terminar. En esas condiciones, el historiador Edgardo Mendoza vio la felicidad argentina de aquel 10 de diciembre por televisión y festejó con los compañeros franceses del club deportivo en el que trabajaba. "Me levanté y vi que la presentadora del noticiero tenía un vestido con flores, a pesar de que allí era otoño. La primera noticia que dio fue que Argentina tenía nuevo Presidente. Desde las elecciones estaba esperando la asunción para volver+, recuerda Mendoza. Él y otros argentinos exiliados en el país europeo aguardaban que Alfonsín designara un embajador para recuperar sus pasaportes y viajar. "Eso sucedió en enero. Después, recibí un llamado de la Universidad Nacional de San Juan, sabían que me había recibido de Licenciado en Historia y me ofrecían trabajo. En marzo de 1984 tomé el vuelo que me trajo de vuelta", dice con nostalgia.
“Estaba esperando la asunción para volver”

