La mejoría de Juan, el sanjuanino de 11 años trasplantado del corazón el jueves pasado, incluyó ayer una travesura. Mientras lo bañaba una enfermera, escuchó sonar el celular de su madre María Angélica y no dudó un segundo en atender: "Hola", dijo a la corresponsal de DIARIO DE CUYO, quien quería hablar con la mamá, al tiempo que consultado por cómo se sentía de ánimo y salud respondió con voz baja y aguda "estoy bien, contento y casi nada dolorido".

Esas fueron sus primeras palabras con alguien distinto a su familia, luego de que fuera operado hace cinco días, y los pocos segundos que duró la charla mostraron a un Juancito animado, hasta un poco risueño por su humorada, que asombró a María.

El niño continúa evolucionando muy bien, ya le quitaron el drenaje del pulmón izquierdo, que era el que hasta el domingo estaba reteniendo líquido, por lo que sólo le queda una vía central -en el cuello- por donde le suministran los medicamentos.

"Ahora empezó a comer pollo, algo de puré, duraznos en conserva, a la mañana prefiere flan, todo muy de a poco, y lo va tolerando bien hasta ahora; también habla despacito, nomás conmigo, con su médico, con el padre y con su hermanita Melisa, y ahora con ustedes, no se pueden quejar", contó con gracia Angélica.

Justamente el domingo, "Meli", como le dicen, de 10 años, se comunicó con él para saber cómo andaba y Juancito expresó: "muy bien, aquí estoy hermanita, ¿y ustedes?", y sólo le quedó aliento para mandarle un beso al padre, porque se agita mucho aún.

Como Juan duerme toda la noche sin inconvenientes, los últimos dos días María se retiró al hotel a descansar, durante la mañana y la tarde aprovecha a compartir lo más que puede con el niño, y dice sentirse tranquila y segura respecto a su salud: "las cosas están cambiando y si bien falta, me gustaría estar con toda mi familia acá, para que Juancito los vea", dijo emocionada.