Llegar a un sector que antes no tenía acceso a créditos y que estaba deseoso de poner en marcha sus emprendimientos, fue uno de los objetivos principales del Capital Semilla. Y en el funcionamiento de este beneficio San Juan repuntó rápido ni bien comenzó a aplicarse en el 2010. El posicionamiento de la provincia a nivel nacional, el apoyo que se brinda desde el Gobierno local para que los emprendedores se trasformen en empresarios y hasta cuáles son las fallas más frecuentes de estas iniciativas. De todo esto opinó Sandra Barceló, la secretaria de Industria de San Juan y quien supervisa y apoya a todos estos emprendedores. La funcionaria se animó a realizar un balance de todo, habló de las expectativas y de las dificultades que hay en la provincia, hoy, en el Día de la Industria.
-Todo esto surgió porque había un sector al que le faltaba financiamiento. Era gente que por no tener respaldo, no podía acceder a préstamos, por ser emprendimientos pequeños, jóvenes y que no tenían garantías. A ellos, ningún banco los apoyaba y la creatividad sobraba. Es por eso que el Capital Semilla, con 0% de interés, un año de gracia, pero fundamentalmente no hacía falta tener garantía para obtener el crédito, vino a solucionar el problema de un sector creciente en todo el país, y sobre todo en San Juan. Lo interesante es que ni bien se lanzó la propuesta en 2010, nosotros comenzamos a aplicarla, a difundirla y a atraer emprendedores con sus proyectos. A nivel nacional, recién en 2012 el Capital Semilla comenzó a tomar forma. Por eso nosotros ya podemos ver los frutos.
-San Juan es un ejemplo nacional del Capital Semilla. Esto es lo que se resalta desde el Gobierno. Empezamos a trabajar en 2010, cuando nadie sabía si esto iba a funcionar. Y ahora, los resultados son más que positivos. A nivel cuantitativo estamos detrás de Buenos Aires, en cuanto a la cantidad de emprendedores beneficiados y de dinero que se les envió. Pero, proporcionalmente, somos primeros, con un incremento de más del 60% en dinero aportado a los proyectos. Es mucho el dinero volcado a los emprendedores. Pero estos logros no son casuales. Lo que hacemos es caminar la provincia. Hablar con los intendentes que nos dan su apoyo para captar a los jóvenes potenciales emprendedores. Además, atendemos mañana y tarde y abrimos una página en Facebook donde los mismos interesados se anotan. Esto nos da un resultado increíble. Así, ya se capacitó a unos 3.000 sanjuaninos y además, muchos beneficiarios de las ediciones anteriores han logrado insertarse con su proyecto en el mercado laboral y están participando hasta de rondas de negocios con las cadenas de supermercados de la provincia, o acuden a la Secretaría de Industria a consultar por líneas de crédito para invertir en capital de trabajo o infraestructura.
-Tenemos esperanza que esto siga creciendo. Algo que nos alienta es que quienes recibieron el Capital Semilla en años anteriores vuelven al Ministerio para pedir otra clase de ayuda económica, para seguir creciendo. Es decir que el empujón que se les dio cuando recién empezaban a das sus primeros pasos, fue más que alentador. Las expectativas son promisorias, por eso no los dejamos, los apoyamos, seguimos la cadena de comercialización. Porque el principal problema al que se enfrentan estos emprendedores es la comercialización. Ellos saben cómo hacer las cosas, cómo producirlas, cómo crearlas, pero el inconveniente está a la hora de venderlas.
-Este es el nuevo desafío al que nos enfrentamos. Hasta ahora veníamos apuntando al montaje de los emprendimientos. Y lo que viene es la capacitación para que puedan insertarse en el mercado. El emprendedor es alguien que tiene un sueño por cumplir. Quiere el dinero para materializar esto. Pero la segunda etapa, una vez que obtuvo los fondos, es complicada y tiene que ver con la comercialización. Esta es la realidad que estamos enfrentando y la principal demanda de estos emprendedores. Estamos trabajando con las universidades locales para empezar a capacitar en materia de marketing y comercialización.
-No es nuestra misión controlar la aplicación del dinero que se les envía. Ese es un rol que cumple Nación que es quien otorga los créditos. Pero nosotros hacemos un acompañamiento de cada emprendedor para que no termine a la deriva. Y eso nos ha dado muy buen resultado. Por ejemplo, tenemos caso de gente que obtuvo el Capital Semilla hace varios años y hoy ya tiene una empresa sustentable. Hay casos de emprendedores que enviamos a China para que expongan sus productos en las distintas feria. Y también hubo gente que fue a Brasil y también a Londres para exponer lo que se hacía en la provincia.
En San Juan existen en la actualidad 774 emprendedores a los que estamos apuntalando para que puedan insertarse en el comercio. La capacitación es la clave de esta etapa.
-Para eso estamos trabajando. Sería el máximo logro. Si de estos casi 800, al menos uno funciona y se convierte en el engranaje de la industria local, entonces todo lo que caminamos habrá valido la pena. Hoy estamos trabajando, y ese es el gran desafío, de convertir a los emprendedores en empresarios. En algunos casos ya se logró. Pasaron de tener emprendimientos muy pequeños, incluso en sus propias viviendas, a tener una pymes. Es como ir subiendo escalones. Pero esto se da paso a paso y aprovechando todos los beneficios que aporta Nación.
-¿Qué diferencia Capital Semilla de otros beneficios financieros?
-Básicamente se trata de un crédito blando para el que no se requiere tener garantías. Como no es un préstamo bancario, gente que no tiene respaldo ni reúne las exigencias que estas entidades financieras piden a la hora de dar un crédito, puede acceder a un beneficio que al menos le sirve para dar el empujón inicial a sus emprendimientos. Y si bien, a simple vista no es mucho dinero, a muchas personas esta ayuda les cambió la vida.