Eduardo Coria Lahoz, economista -¿Qué gana el Gobierno con este canje? -Con este nuevo canje, la necesidad que tiene el Gobierno de conseguir financiamiento de corto plazo desaparece, porque se prorrogan los plazos de vencimientos de la deuda. Se evita que venza toda junta en el ciclo 2010-2011. Así se puede bajar la presión impositiva y hasta se puede conversar el tema de las retenciones. -¿Este canje es el primer paso para normalizar al INDEC? -Claro, porque van a canjearse los bonos ajustados por la inflación que incentivan al Gobierno a tener a un Guillermo Moreno que esté interviniendo el INDEC y dibujando las estadísticas argentinas. Si Moreno dice que la inflación fue del 8,5% en vez del 26, el Estado se ahorra 5 mil millones de intereses. Entonces, el incentivo para tergiversar las estadísticas oficiales es enorme. Con este canje, ya no va a haber necesidad de mentir con las estadísticas oficiales. -¿Es una señal para recuperar credibilidad? -Si no tenés estadísticas confiables en un país no podes tomar decisiones, porque todas las decisiones están atadas a la evolución del Producto Bruto Interno, de los ingresos, salarios, costos y otras variables económicas, cuyas estadísticas maneja el INDEC. Al cambiar el perfil de la deuda, Argentina se podrá sentar con el FMI para poder acceder a las líneas de financiamiento que no es poca cosa. Con todo eso, ya tenés solucionado el 85% de tu problema. Además, tenés mayor margen y hasta se pueden bajar las retenciones. Si los productores deciden incrementar la superficie trabajada, va a aumentar el ingreso de divisas. -¿Tendrá un buen nivel de adhesión? -Yo creería que sí. A los tenedores privados le van a dar incentivos para que acepten el canje. Le van a dar más puntos porcentuales de ganancia, van a crear condiciones para que el canje sea exitoso. Los próximos dos años venían muy complicados, pero si se prorrogan los vencimientos para dentro de 5, 10, 15 años ya va a haber otro presidente. Eso le da margen a este Gobierno para ofrecer mejores condiciones de los bonos, de forma tal que convenga canjearlos.