Si bien es importante no entrar en pánico ante la presencia de algunos de esto signos (tener uno o dos no significa tener la enfermedad), es importante conocerlos para consultar con profesionales especializados:
 
1) Disminución de la memoria reciente que afecta el desempeño: es normal olvidar un número de teléfono, pagar una factura, etc. pero si estos olvidos son muy frecuentes y definitivos (no logramos recordar la información perdida) y afectan nuestro trabajo tanto fuera como dentro de casa es importante consultar al médico. 
 
2) Dificultades para realizar tareas que son familiares: la distracción puede hacer que las personas olviden cosas como dejar un bizcochuelo en el horno, no recordar una clave, pero si estas tareas son olvidadas ya sea porque no las hizo u olvido que las hizo , acudir al médico.
 
3) Problemas en lenguaje: Tener dificultades en encontrar una palabra puede sucedernos ocasionalmente, pero si esto es más frecuente que lo habitual, o si la palabra de utilizamos en su lugar no tiene relación, junto con la pérdida de la estructura de la oración que la hace incomprensible, buscar valoración más adecuada.
 
4) Desorientación en tiempo y lugar: Ocasionalmente, especialmente si estamos distraídos podemos perdernos en un lugar conocido o no saber el día de la semana. En estos casos solemos buscar puntos que permitan orientarnos o preguntamos a algún conocido. Pero si resulta que la persona se perdió en su propia calle, no sabe dónde está, como llegó ahí o cómo hacer para volverse es aconsejable acudir al médico.
 
5) Pobre o disminuida capacidad de juicio: A veces puede sucedernos que estamos tan concentrados en una actividad que olvidemos temporalmente lo que estábamos haciendo, por ejemplo que los nietos que están a nuestro cuidado, juegan en el fondo. Pero si además de olvidar que los estamos cuidando, nos vamos de la casa, es importante hacer una evaluación más profunda.
 
6) Problemas con el pensamiento abstracto: Cualquier cosa que involucre matemáticas puede ocasionalmente ser objeto de errores, por ejemplo, sacar mal una cuenta, y en general después se da cuenta del error. Pero si a esto se acompaña el desconocimiento de los números, de las operaciones, acudir al profesional.
 
7) Extravío de cosas: Ocasionalmente extraviamos cosas y generalmente intentamos una reconstrucción de los hechos hasta recordar donde las dejamos, o bien lo dejamos para otro momento. Pero si las cosas extraviadas son encontradas en lugares inapropiados (llaves del auto en el freezer, la cartera en la ducha) o la persona no logra recordar los hechos, el lugar donde las guardó o el hecho de haberlas guardado, consultar.
 
8) Cambios del ánimo o del comportamiento: todos podemos tener días buenos y malos pero si los cambios de humor son muy intensos, sin razón aparente y afectan nuestras relaciones, consultar.
 
9) Cambios en la personalidad: La personalidad permanece relativamente constante a lo largo de los años, si los cambios en la persona son muy drásticos y persistentes, con cambios como si fuese "otra persona’, consultar.
 
10) Disminución de la iniciativa: es normal aburrirse o cansarse de la rutina pero suele ser pasajero. Si la persona se vuelve más pasiva y abandona las cosas que disfrutaba necesitando constantemente el empuje de otro, consultar.