Desde el 2001, tras un problema sanitario que frenó el ingreso de animales y que al poco tiempo se solucionó, los ganaderos chilenos no pagan un solo dólar por traer a San Juan a alimentarse a sus cabras, excepto que el municipio encuentre ‘’in fraganti’’ a los arrieros y les facture 5 dólares por cabeza. Para Calingasta y a razón de 47.000 cabezas al año, le representarían un ingreso de 235.000 dólares en concepto de ‘’degradación de suelos’’.