Eran las 10.22 cuando el busto de Sarmiento, ubicado en el patio de su casa natal, fue testigo del encendido de la Antorcha de la Educación. Recién 154 minutos después (a las 12.56), tras recorrer las calles para llegar a 3 bibliotecas centenarias de la provincia en manos de alumnos de 5 escuelas distintas, la llama volvió a la casa del prócer. Así comenzó la Tercera Fiesta Provincial de la Educación, "Hacia el Bicentenario del natalicio de Sarmiento", organizada por la Municipalidad de San Juan y el Museo Casa Natal de Sarmiento.

Fueron 10 kilómetros de trote los que tuvieron que hacer los alumnos con la llama en sus manos. Y al llegar a cada una de las bibliotecas encendieron una vela con la antorcha. Mientras, las autoridades de las instituciones leían un acta en el que se comprometían a, entre otras cosas, colaborar con la educación de niños, jóvenes y adultos.

Los primeros en recibir la antorcha fueron los chicos de la escuela de educación especial Merceditas de San Martín. Ellos fueron los encargados de llevarla hasta su primer destino: la Biblioteca Franklin. Los chicos caminaron por Avenida Libertador mientras un policía en moto y una camioneta de la municipalidad les abrían el paso. Ismael, encargado de encabezar la columna de alumnos, llevaba en alto la llama preocupado por cuidarla para que no se apagara. "No te preocupés, no se va a apagar, está ultra probada", le aseguraba un profesor de Educación Física de la municipalidad que lo acompañaba en su camino.

Los chicos anduvieron 6 minutos y fueron recibidos en la Franklin por el sonido de una trompeta que tocaba Pablo Sotelo, uno de los miembros de la Banda del RIM 22 que se accidentó en El Tambolar. En la primera biblioteca del recorrido, los esperaban 24 alumnos de la escuela Industrial Domingo Faustino Sarmiento.

Fue Franco quien, a las 10.41, tomó la posta de llevar la llama que representaba a la educación, mientras sus compañeros dejaban las mochilas en la caja de la camioneta del municipio para trotar más livianos. Es que los chicos recorrieron un trayecto largo: tuvieron que llevar la antorcha hasta Santa Lucía. Sin embargo, le pusieron ganas y esfuerzo para el camino se hiciera llevadero. Tuvieron la ayuda de Sotelo, quien corrió junto a ellos y reunió fuerzas para gritarles "vamos, vamos" y tocar la trompeta. Y de los alumnos de la escuela Carlos Pellegrini, que los esperaron en la puerta del colegio para aplaudirlos.

Así, después de correr 40 minutos llegaron a la puerta de la Biblioteca Popular Rawson, que justo hoy cumple 100 años. Los que tomaron la posta fueron los alumnos de la Escuela de Enología acompañados por un grupo de 19 chicos de la IPEM Nro.189, de Córdoba Capital, quienes, como el año pasado, llegaron a San Juan para participar en la fiesta.

A ellos les tocó la difícil tarea de correr desde Santa Lucía hasta Concepción para trasladar la antorcha. La que les dio fuerza fue Cecilia Godoy, encargada de Deportes de la Capital, quien corrió al lado de los chicos y les gritó palabras de aliento. Así, y después de parar varias veces para tomar agua, llegaron a la Biblioteca Popular Mitre.

Los encargados de devolver la llama a la casa del prócer fueron los alumnos de la escuela de educación para adultos Domingo Faustino Sarmiento. Que entregaron la antorcha a las autoridades del museo para que la depositaran en un atril ubicado frente al monumento del Maestro de América.

LA CRONOLOGÍA