Unos 2.000 peces se sacaron del lago, lo que quintuplicó la cantidad que se creía podía haber. Al principio, la captura era mínima, con menos de 10 ejemplares por día, pero a medida que bajó el nivel del agua, la cantidad fue aumentando. El récord se alcanzó en la madrugada del jueves, cuando en un solo viaje al Hidrobiológico se llevaron 760 peces, informó Roberto García. De esos animales, se cree que murió entre una tercera y cuarta parte, cifra contemplada por los especialistas debido a lo traumático del cambio de hábitat y el método de red para la pesca. El resto del cardumen se encuentra en el Instituto Hidrobiológico, en El Pinar, en tres canales y con agua desinfectada. Hasta el momento, no hay definición sobre el futuro de los peces, ya que existen algunas posibilidades como sembrar nuevos peces en el lago o hacer que retorne una parte de los capturados y a los otros dejarlos en el Hidrobiológico.
