Insoportable. Tremendo. Inhumano como dijo el propio Mariano Torresi tras el partido. Así fue el clima durante los 90´ del encuentro en Vicente López. Con 39 grados de sensación térmica y nada menos que 51% de humedad. Sí, como para freír calamares.

“Vamos a hacer una entrada en calor aproximadamente diez minutos más corta de lo habitual. Es decir, en vez de 35´ esta vez con 25´ vamos a estar bien”, contó antes del encuentro el preparador físico de San Martín, Roberto Fernández. El profe también aclaró que la elongación, que habitualmente se hace en el campo de juego, esta vez se iba a realizar en el vestuario visitante para así amenizar semejante calor. Es más, Fernández contó que la hidratación fue prácticamente el doble que en otros encuentros, para recuperar las sales perdidas debido a la transpiración.

En las tribunas el público aguantó heroicamente el calor y sobre todo la humedad. Los torsos desnudos de los hombres y la escasa vestimenta de las mujeres, fue el común denominador tanto en plateas como populares.

En una medida más que acertada el árbitro Giannini paró el encuentro un par de minutos para que los jugadores se hidrataran en cada uno de los tiempos.

Capital Federal soporta un calor intenso desde hace una semana. Debido a esto es que el Servicio Meteorológico Nacional incrementó la alerta de amarilla a naranja, lo cual produce que se eleve de un 10% a un 30% el riesgo de problemas por el calor. Es más, por día en Buenos Aires se estima que hay 90 consultas con problemas vinculados a la fuerte temperatura.

“Es inhumano jugar con este calor. Hay que rever el tema del horario. Tienen que entender los que programan los partidos que a esta altura del año no se puede jugar a las cinco de la tarde en ninguna parte del país. Un día puede pasar algo feo y después todos se van a lamentar”, subrayó, con tanto acierto como sentido común, Torresi, alguien que habla tan claro y preciso como juega.