San Juan, 14 de agosto.- Era cerca del mediodía cuando el avión Morane Saulnier MS-760 París de la Fuerza Aérea sobrevolaba el Dique de Ullum. Pero de golpe, algo falló. Sin aviso previo, la nave tocó el agua, se elevó pocos metros y se sumergió por completo. Después de llamados de algunos testigos llegó la policía y constató lo peor: sus 3 tripulantes habían muerto. Eso sucedió hace 30 años y fue la mayor tragedia registrada en el embalse.

Según el archivo de DIARIO DE CUYO de aquel 14 de agosto de 1985, quienes iban en el avión de entrenamiento de la Fuerza Aérea con asiento en Mendoza eran Marcelo Peñale y Héctor Bruno, piloto y copiloto mendocinos, y Hugo Riveros, mecánico suboficial sanjuanino. Ellos comenzaron a surcar el cielo local antes de las 11, realizaron el ejercicio previsto y reportaron que volverían a Mendoza.

Antes de volver, la nave pasó por el dique. Según los testigos, el avión pasó cerca del agua, regresó al Oeste casi tocando los árboles y volvió para caer estrepitosamente en el agua y luego perderse.

La nave cayó unos 200 metros hacia el interior del espejo. Los hombres mendocinos estaban enredados en sus paracaídas, fuera del avión. Pero Riveros, el sanjuanino, estaba en el interior.

El equipo de rescate, integrado por unas 20 personas entre las que había buzos particulares y de Bomberos de San Juan y de Mendoza, halló primero el cuerpo de Riveros. Fue un día después de la tragedia, pasadas las 15. Unas 3 horas después hallaron los restos de Peñale. El cuerpo de Bruno fue localizado al día siguiente.

El grupo continuó buceando dos semanas más para sacar cada una de las partes del avión tal como si fuera un rompecabezas.