En la Justicia Electoral nacional calculan que son unos 3 millones de argentinos que no podrían sufragar el domingo 28 de junio y trabajan a destajo para subsanar el problema. El motivo es que el adelantamiento de las elecciones les ha quitado tiempo para incorporar al padrón la actualización de datos de esos electores.

El inconveniente principal se da con los cambios de domicilio, que se están tramitando en el RENAPER. En la Dirección Nacional Electoral explicaron que las fichas en algunos casos están digitalizadas y en otros, en papel, por lo que la actualización es más lenta.

Si el trámite no se completa, los ciudadanos en esa situación tendrán graves inconveniente para votar porque el domicilio del documento no coincidiría con el que figura en el padrón electoral.

La provincia más complicada, por la cantidad de electores, es Buenos Aires. Quedan por incorporar al padrón los datos de 2 millones de personas que hicieron el cambio de domicilio y dudan mucho en poder hacerlo a tiempo.