Luego de hacerse pública la decisión del párroco Rosales, vecinos y fieles que concurren al templo, salieron a opinar sobre la situación. Algunos lo defendieron, pero otros apuntaron contra el sacerdote. Sin embargo, en la comunidad educativa, tanto por parte de los docentes como los padres, la mayoría prefirió no hablar del tema.

"Tuvo muchos problemas con maestros, con varias personas pero nunca se pudo comprobar. Era muy terco y soberbio, se creía omnipotente", dijo una vecina del sacerdote. Mientras que José, que no quiso dar su apellido y que estuvo en la última misa que dio Rosales, dijo que "el cura es honesto y decente, siempre se maneja por la senda de Dios. Es muy del estilo Bergoglio, no le interesa su bolsillo, sólo el pueblo. Sé que en la escuela tuvo problemas porque allí no enseñaban el catecismo como corresponde".

Mientras que una de las docentes del colegio dijo que "es un tema privado de la Iglesia". Por su lado, la mamá de un alumno, que además es vecina de la zona dijo que "dentro del colegio no se habla del tema y que ella nunca tuvo problemas".