Niños jugando con los inflables, con sus papás siguiéndolos de cerca para cuidarlos. Gente de más de 40 años tomando mate a la sombra de un árbol o de una carpa. Ésta era la postal piletera de ayer, día en que, como todos los sábados de verano, los jóvenes de entre 14 y 20 años brillaron por su ausencia. Según dijeron los pocos que fueron a los balnearios, la mayoría descansa y recupera fuerzas para poder hacerle frente al boliche.

Tan escasa fue la presencia de chicos adolescentes, que de las 3 piletas visitadas por DIARIO DE CUYO -UVT, Camping de ATSA y el SEC- sobresalían del resto de la gente que estaba en la pileta. Es que los adolescentes que sí fueron a la pileta ayer, llegaron casi sin bolsos y sólo con la ropa que llevaban puesta. ‘Cuando vengo a la pileta sólo traigo plata y cuando tengo hambre o sed, me voy a la cantina a comprar una bebida o comida‘, dijo Carlos Pereyra, de 17 años, quien agregó que entre chapuzón y chapuzón organiza con sus amigos a qué boliche y a qué hora se juntan para salir a bailar esa noche.

En general, los jóvenes consultados en los distintos balnearios ratificaron la teoría y aseguraron que sólo llevaban dinero para comprar los que les hiciera falta en las cantinas de los clubes. Muy pocos de los que asistieron a las piletas este sábado cargaron con canasta llevando el mate y comida para poder merendar.

En lo que no hubo diferencia de opinión ente los jóvenes, fue en que cuando empieza a bajar el Sol se toman unas cervezas y luego, cuando se avecina la noche, comienzan a irse para sus casas a prepararse y luego tomar rumbo hacia el boliche.