Favorita de los Grammy 2010, el próximo 12 de febrero -y por primera vez- Beyoncé aterrizará en Buenos Aires, para subir a escena en el Hipódromo de San Isidro, una de las estaciones de su tour I Am. Y como buena diva que es, su debut en estas tierras no es así nomás. Antes de llegar, la cantante de R&B hizo su pedido a los productores. Rodeada por una comitiva de 45 personas -entre las que se cuenta su chef personal- necesitará 30 habitaciones, aunque la suya será -obvio- la más especial. Si bien pretendía la suite presidencial del Four Seasons, estará ocupada en esa fecha; así que le ofrecieron otras de lujo; pero la diosa de ébano prefirió otro hotel. Sus aposentos deberán contar con vajilla de plata, copas de cristal, servilletas de lino y platos chicos para su comida, según adelantó el sitio PuroShow. También deberá tener muebles blancos, un lector de DVD con tecnología Blu Ray, flores sin polen, buena iluminación para que puedan maquillarla bien y hasta una temperatura de 25.5 grados en su vestidor (aunque no aclaró qué tipo de vestuario traerá). A la hora de sentarse a la mesa, no podrán faltar leche de soja, miel, frutas secas, verduras, vino tinto y blanco, bacalao, chocolates bajas calorías, jugos de varios sabores, aderezos (mostaza y mayonesa), yogures y té de sabores variados; además de un espacio para que su chef pueda cocinar. Para después del show la cantante ya se aseguró que hubiera unas 40 pizzas y aguas saborizadas para que ella y su equipo puedan recuperar fuerzas.