Sergio Villanueva era un bombero argentino que murió en el Ground Zero. Su personalidad hizo que sus compañeros crearan, para recordarlo, una fundación que brinda becas deportivas y hoy, a diez años, sigue más presente que nunca.

De 33 años de edad, Villanueva cumplía su turno en una de las estaciones de bomberos en Brooklyn, Nueva York, cuando su compañía fue llamada para prestar servicio en el Word Trade Center luego de que las Torres Gemelas fueran atacadas por aviones el 11 de septiembre de 2001.

Villanueva había dejado su Bahía Blanca natal a comienzos de los años ’70 para radicarse junto a su familia en Nueva York, en busca de una mejor vida. Así fue cómo antes de convertirse en bombero, fue oficial de policía y detective para el Departamento de Policía de Nueva York durante ocho años.

El bahiense era reconocido entre sus compañeros del club de fútbol del Departamento de Bomberos por su gran desempeño en la cancha.