Para los adictos en recuperación, la abstinencia no es lo único difícil de superar. También lo es la tentación de abandonar el tratamiento, según Darío Pantano, coordinador de Prevención y Tratamiento de Adicciones, de Desarrollo Humano, quien agregó que 9 de cada 10 adictos internados en Proyecto Juan dejan la terapia, aunque la mayoría la retoma. Estos datos salieron a la luz luego de las declaraciones de Silvia Malla, quien dijo a DIARIO DE CUYO online, que vive ’un calvario’ con su hijo Jonathan (21) que tiene un retraso madurativo, se droga desde los 14 años y se volvió violento. En el 2009, Jonathan ingresó en Proyecto Juan, pero abandonó el tratamiento. Ahora su madre pide que lo internen de nuevo. (Ver a parte).

Proyecto Juan es uno de los centros estatales de recuperación de adicciones para varones de entre 12 y 18 años. Es de internación permanente, pero no obligatoria. Además de éste hay otro centro similar, pero para mujeres, y otro que es internación ambulatoria.

El tratamiento de recuperación de adicciones dura como mínimo 6 meses, pero la mayoría lo abandona en la etapa final. ’Como los chicos ya se sienten bien creen que han superado su problema y la ansiedad los lleva a escaparse. Generalmente son los jóvenes de entre 15 y 17. Fugarse es una actitud que consideramos parte del tratamiento. Lo bueno es que la mayoría retoma la ayuda’, dijo Darío Pantano.

Agregó que durante el tiempo que permanecen fuera de la institución se les hace un seguimiento para corroborar que no tengan una recaída, mientras se estimula a sus familias para que lo vuelvan a llevar al centro. ’El apoyo de la familia es fundamental porque la recuperación en los centros estatales es voluntaria. Sólo en ciertos casos la Justicia puede obligar al adicto a internarse. Es cuando lo considera un peligro para sí mismo y los demás. En caso de un menor interviene un juez de Menores, y si es un mayor, lo hace un juez federal’, dijo. Según Pantano estos casos son pocos frecuentes y se dan cuando el adicto además padece de una enfermedad psiquiátrica que lo convierte en una persona violenta.