A poco de cumplir sus 75 años, el Museo de Bellas Artes Franklin Rawson se prepara para recalar en su definitiva casa, luego de muchos años como nómade. Y el día en que se termine la mudanza e inaugure su espectacular edificio, le dirá adiós a la casa que albergó su patrimonio durante 33 años, el ex edificio de la escuela San Martín, en avenida Rawson y General Paz.
El primero Museo Provincial de Bellas Artes nació el 26 de noviembre de 1936, dos años después de que se creara por decreto una comisión para tal fin. Y desde sus orígenes, vivió una vida itinerante, llevando a cuestas las obras que iba adquiriendo. La primera comisión, integrada por personalidades del ámbito artístico local (como Alfredo Martín Palma, mentor de la idea de ponerle el nombre de Franklin Rawson en 1938), fue incorporando cuadros y esculturas y paralelamente trabajaba para conseguir la casa propia. Es más, con el proyecto de un espectacular edificio, en 1942 rozaron el cielo con la manos cuando el por entonces gobernador Pedro Valenzuela colocó la piedra basal para la construcción de un edificio. Iba a elevarse en el terreno que hoy ocupa la Facultad de Ingeniería, pero la obra jamás pasó de ese acto simbólico.
La primera sede del museo estuvo por calle Rivadavia, entre Salta y España, y fue ahí donde el terremoto golpeó duro a la institución. Los registros recuerdan que la primera empleada que tuvo el museo, María Dionicia del Carmen Romero de Arancibia, cumplió un rol clave ya que tras mandar a sus hijos a lo de un familiar, se fue a cuidar el patrimonio del derruido museo. De las obras que quedaron tapadas por los escombros, a ocho hubo que restaurarlas y dos quedaron totalmente destruidas por efecto de las lluvias posteriores al sismo: eran "Cabeza", de Juan Leona; y un pastel de Sívori.
Sin local, el museo se trasladó luego a la escuela Normal Sarmiento, donde permaneció hasta julio de ese año. De allí se mudó a una casa de avenida Libertador casi Las Heras, que era propiedad de la familia Pósleman, se mantuvo allí hasta 1958, cuando su manejo pasó a depender de la Dirección de Cultura de la Provincia. Entonces, todo el patrimonio fue llevado al salón de usos múltiples de la Escuela Superior Sarmiento.
En ese interín de idas y venidas, gran parte de las obras quedaron dispersas, algunas fueron a parar al subsuelo del Auditorio Juan Victoria hasta 1978 y otras a Casa de Gobierno. Fue en 1978 cuando el Franklin Rawson se trasladó al edificio de la vieja escuela San Martín, tras una propuesta de Juan Mariel Erostarbe, ex director de Cultura de la provincia. Y con ayuda de la Secretaría de Cultura de la Nación y la Fundación Antorchas que enviaron dos museólogas, más la participación de especialistas locales, se concretó la mudanza. Para adaptar el edificio, diseñaron cortinados para revestir las paredes, efectuaron una instalación eléctrica nueva y sellaron los ventanales para evitar robos y la entrada de la luz del Sol.
Si bien en 2003 el Gobierno provincial empezó a rumiar la idea, fue recién en 2005 cuando se acordó el traslado del casino a una nueva sede y del museo al complejo que hoy visitará la presidenta. En 2008, el museo cerró sus puertas al público para empezar a embalar algunas obras, porque ya con el inicio de las obras en el ex casino se esperaba inaugurarlo en 2009. Sin embargo, los plazos de obra no se concretaron y para no suspender las actividades, el Franklin Rawson empezó a exponer algunas obras en el Centro Cultural Conte Grand. Finalmente, los empleados del museo hoy trabajan en la restauración de marcos y esperan que antes de fin año puedan concluir la deseada y última mudanza.

