El símbolo de Matienzo es Adrián Mariño, un defensor vigente a sus 36 años. Juega desde niño en el club de Casuarinas y lo hizo durante la mayor parte de su vida, aunque también vistió las camisetas de Villa Borjas, Benavídez, Sportivo 25 de Mayo y Tupelí. Esta edición significa para él su décima participación en el torneo y tiene un sabor especial. "Esta institución es lo mejor que me pasó en la vida", contó.