Por la proliferación de vendedores ambulantes y de comercios que venden anteojos pregraduados y de sol truchos es que la Cámara de Ópticas y Afines de San Juan (COASJ) salió a advertir por el riesgo a la salud que generan, a la vez que le pidió mayor control a las autoridades, tanto desde el punto de vista sanitario como el de la competencia desleal. Si bien se trata de una vieja iniciativa, la COASJ volvió a la carga y adelantó que si no hay un cambio de conducta empezarán a crecer los casos de cataratas, una de las consecuencias directas de utilizar lentes truchos.

La COASJ ya le solicitó al Ministerio de Salud Pública que se involucre en la temática y advierta a la población. ‘Los lentes de sol truchos simulan tener cristales que, dicen, poseen filtros. Pero es falso porque son plásticos moldeados y coloreados con tintas. Eso hace que la pupila tenga que abrirse más y de esta manera exponerse a recibir más rayos UV sin protección. Es decir, hacen todo lo contrario a lo que los anteojos filtrantes deben hacer’, explicó Francisco Fornés, presidente de COASJ.

A su vez, igual de dañinos son los lentes con aumento o pregraduados, que no respetan parámetros tales como la distancia interpupilar o la altura del centro óptico, puesto que tienen medidas fijas que no siempre van de la mano con las problemáticas de las personas, que pueden variar incluso entre ambos ojos. Si bien los lentes pregraduados pueden estar a la venta en ópticas como descartables, se comercializan hasta en los quioscos y por ende no hay técnicos ópticos que puedan asesorar. ‘El daño acumulativo que va causando el uso de anteojos truchos puede generar patologías como cataratas’, advirtió Fornés.

En septiembre de 2006, San Juan adhirió a la ley nacional 17.132 sobre el Ejercicio Profesional de la Medicina que en su capítulo VI regula la actividad de las ópticas, pero que según la COASJ no se aplica. El artículo 68 expresa que sólo pueden venderse anteojos en las casas de ópticas previamente habilitadas, pero la realidad es que se comercializan en quioscos, almacenes, importadoras, farmacias, ferreterías y hasta estaciones de servicio. Los anteojos truchos cuestan desde $50, mientras que en las ópticas, los lentes habilitados valen desde unos $1.000.

De acuerdo a la normativa provincial 7.727, que adhirió a la reglamentación nacional, la autoridad de aplicación es el Ministerio de Salud. El titular de ese organismo, Castor Sánchez, explicó que realizarán una campaña de concientización, a la vez que van a crear un equipo de inspectores a cargo de un técnico óptico, que no existe actualmente en el ministerio. Y que junto a la Dirección de Medicina Preventiva están evaluando armar un procedimiento para el control en negocios y ambulantes.