Boca abajo, con todo su cuerpo vendado y con calmantes para aplacar el intenso dolor. El piloto Walter Gallardo se encuentra estable en un sector del Hospital Marcial Quiroga en el que lucha contra cualquier bacteria o virus (ajeno o del propio cuerpo) que pueda complicar su evolución. Éste es el mayor riesgo que hoy tiene Gallardo y le queda al menos una semana con esa amenaza, a la vez que hoy se cumplen los tres días que consideran como críticos, explicó el director del centro de salud, Enzo González Iaiza. Gallardo y dos personas más resultaron quemadas tras un accidente que sufrieron mientras descargaban combustible en el Aeroclub Pocito, el domingo pasado.

Precisamente, el camionero Luciano Rodríguez tiene el 25 por ciento de su cuerpo quemado, pero tiene comprometida la vía aérea (fosas nasales, laringe, tráquea, bronquios y pulmones) por lo que su estado es más grave. La tercera víctima, Matías Gallardo, hijo del piloto, ayer recibió el alta (sufrió quemaduras en manos y antebrazos).

Gallardo tiene el 48% de su cuerpo quemado, en una lesión que se extiende desde la nuca hasta los talones (creen que salió corriendo, envuelto en llamas). Si bien la profundidad de las heridas no es importante, la gravedad pasa por la cantidad de superficie corporal afectada. Hoy terminan las 72 horas críticas, pero el riesgo de infección estará latente al menos una semana más, lo que puede complicar el tratamiento. Para reducir al mínimo ese riesgo, es que Gallardo se encuentra en una habitación especial, aislada y que incluso tiene un aparato llamado Filtro HEPA, que evita la propagación de bacterias y virus a través del aire dentro del recinto. Sólo puede ingresar a verlo su esposa y por muy pocos minutos, ya que cualquier actividad virósica o bacteriológica hoy es potencialmente riesgosa. La excepción fue el gobernador Gioja, quien ayer lo visitó vistiendo equipo esterilizado (barbijo, cofia, guantes y delantal) y sólo por tres minutos.

Al piloto le realizaron análisis oftalmológicos y otorrinolaringológicos, con resultado positivo, mientras que le harán estudios nefrológicos (del riñón), con el objeto de adelantarse a cualquier tipo de involución. “Hace dos años, Gallardo hubiese sido traslado a Mendoza, pero hoy este hospital tiene toda la tecnología y material humano para atenderlo”, dijo González Iaiza.