Con ganas de estar a la altura de los centros culturales más vanguardistas del país, el Museo de Bellas Artes Franklin Rawson cuenta las horas para empezar una de las mudanzas más esperadas por los amantes locales de las artes plásticas. Si todo sale como está previsto, el año del Bicentenario de la Revolución de Mayo llegará a San Juan con un museo de alto vuelo, que -según especialistas- tendrá ciertos parecidos con el prestigioso Centro Cultural Recoleta, en la ciudad de Buenos Aires.

Sus autoridades esperan que, a principios del año que viene, el Museo de Bellas Artes ya esté instalado en su nuevo domicilio: el inmueble donde funcionaba el antiguo Casino Provincial, frente al Parque de Mayo.

Ahora, en pleno proceso de limpieza y restauración de sus pinturas y esculturas, el Franklin Rawson ajusta los últimos detalles para superar los desafíos pendientes de cualquier museo que intenta adaptarse a las exigencias del Siglo XXI.

Por eso está proyectado como un espacio cultural atractivo y moderno, porque en un museo "no sólo hay que mostrar cuadros", explica el arquitecto Carlos Gómez Centurión, responsable del diseño del nuevo Franklin Rawson.

Hasta hace poco, este museo estuvo domiciliado en Avenida Rawson y General Paz, en un antiguo edificio en el que también funciona actualmente el Museo Histórico Agustín Gnecco.

Como el lugar era chico para que estuvieran dos museos juntos, la mudanza del Franklin Rawson hará posible que en su nuevo domicilio frente al parque "haya más espacio para que se exhiban las obras como corresponde, de manera atractiva y moderna", explica Virginia Agote, directora del Museo de Bellas Artes.

Mientras muchos siguen pensando que, en pleno Siglo XXI, los museos siguen siendo lugares aburridos, desde el Franklin Rawson esperan refutar esa idea generando más "poder de convocatoria. Hay que ofrecer más eventos, ciclos de cine, teatro y música. Exposiciones cada uno o dos meses", explica el arquitecto Carlos Gómez Centurión.

Ya cuando empiece a funcionar frente al Parque de Mayo, el nuevo edificio del Franklin Rawson tendrá otro aspecto, con instalaciones más vanguardistas.

Habrá "una sala de exposiciones temporarias de 7 metros de altura", explica Gómez Centurión, comparándola orgullosamente con la porteña sala "Cronopios", del Centro Cultural Recoleta, que tiene 6 metros de alto.

Para alcanzar el nivel de los grandes museos del país, ya desde la zona de ingreso, el Franklin Rawson se proyecta como un espacio de aspecto llamativo.

"Habrá un gran hall vidriado de triple altura" en la entrada, que estará casi en frente de la estatua de San Martín que hay en el Parque de Mayo, relata Gómez Centurión.

Claro que, para no perder popularidad, también es necesario captar signos de los tiempos tan fundamentales como el expandido uso de medios digitales.

Por eso ya están preparando una pagina web exclusiva del Museo de Bellas Artes, que está entre los tres más importantes del país, por sus valiosas pinturas del Siglo XX, reconocen sus autoridades.

Es una colección de 600 obras (pinturas, esculturas, grabados y dibujos). Entre ellas, una atribuida a Paul Rubens, el maestro europeo de la pintura, y hasta un ánfora griega del año 50 antes de Cristo. Con una entrada que puede llegar a costar entre 5 y 10 pesos, todo podrá apreciarse nuevamente en un año patrióticamente clave. Sólo que ahora esa colección artística vivirá en un lugar que estará a la altura de tan imponentes obras.