Una alimentación saludable y equilibrada y el consumo de al menos 8 vasos de agua diario serán el punto final para dejar el cuerpo descansado por dentro y lleno de vitalidad por fuera. Darle protagonismo a las frutas y verduras en la nutrición diaria. Tratar de combinar los colores de las verduras en los platos y variar el tipo de frutas que se consumen, ya que que cada una de ellas posee diferentes nutrientes y antioxidantes que cumplen distintas funciones, entre ellas, combatir los radicales libres que aceleran el proceso de envejecimiento, dando elasticidad a la piel y contribuir a la salud general del organismo.

 También vale la pena apelar a:

-Bálsamos con proteínas como el colágeno, que atraen moléculas de agua.

-Máscaras de cabello con aceites.

-Cortarse el pelo al terminar el verano (por lo menos 3 centímetros para erradicar las puntas partidas).

-Evitar los aparatos que alisan el cabello, el secador y los procedimientos como el brushing (si esto no es posible esto, intentar utilizarlos al menos a 5 centímetros de distancia), pues el calor con los cuales funcionan queman el pelo y no contribuyen en su salud.

-Champués con filtro solar entre sus componentes, lo que protegerá al cabello contra el daño del sol.

-Sérums, que son líquidos concentrados en proteínas y antioxidantes de diferentes compuestos que reparan las puntas partidas, entregan brillo y suavidad y evitan su encrespamiento.

-Queratina que es una proteína que también se encuentra en forma natural en el cabello y cuya estructura se rompe con ciertos procesos, por ejemplo, el teñido. La queratina hidrata mucho y su aplicación dura entre 4 a 6 meses. También evita la porosidad del pelo

-La vitamina B y los productos que contiene selenio y zinc resultan beneficiosos, ya que contribuyen al fortalecimiento del pelo y al aumento en su crecimiento.