Víctor (al medio) sostiene que sus dos mejores amigos tienen mucho en común. Ambos se llaman Maximiliano y dice que siempre lo acompañaron, en los buenos y en los malos momentos. Por eso, le hicieron el aguante ayer a la madrugada y fueron con él caminando desde la ciudad de Caucete hasta el paraje de la Difunta Correa. Lo que los llevó a hacer el sacrificio fue pedir que el embarazo de Nadia, la esposa de Víctor, continúe bien, que llegue a término y que el bebé nazca sano. Es que Nadia tiene tres meses de embarazada y ya perdió un bebé.
