Todos los días realiza los 30 kilómetros que separan la localidad de Los Bretes de San Agustín, la villa cabecera de Valle Fértil, lugar en el que reside, para llegar a la Escuela Franklin Rawson, a donde llega con la noble misión de brindarles educación y contención a los chicos que allí asisten. Ese camino, yendo por una huella minera, atravesando pasos de ríos y trepando por la Cuesta de Quimilo por caminos de cornisa, transita a diario Alfredo Soria, un maestro rural que realiza su labor con amor de sobra y afirma que no lo cambiaría por nada. 

"Ser maestro rural con todo lo que eso significa, es una experiencia que es muy valiosa en mi vida, muy rica. Me siento un privilegiado en poder ejercer mi profesión en un lugar asì", manifiesta el hombre de 50 años y que lleva más de una década trabajando en ese lugar.

Los Bretes, es un pequeño pero atractivo pueblo ubicado a 30 kilómetros de la villa cabecera de Valle Fértil. Para llegar hasta allí, se debe recorrer gran parte por sinuosos caminos de cornisa. Solo 10 kilómetros con pavimento por la ruta 510 y el resto por el denominado "Camino de los sueños" que parte desde Quimilo, atreviesa Los Bretes y llega hasta las Sierra de Chávez y Elizondo y que pretende conectar también la Sierra de Riveros. No son muchas las familias que residen en Los Bretes, los pobladores que residen allí viven de la venta de cabras, chivitos y quesillos, otros son artesanos, mientras que los jóvenes emigran a San Agustín en búsqueda de alguna salida laboral. Por lo tanto la matrícula de esa humilde escuela es reducida.

Soria, tiene grado agrupado, es decir que dicta clase a Primero, Quinto y Sexto Grado a la vez. Los chicos que asisten allí, no son más de 15 alumnos y son oriundos de Los Bretes, Quimilo y puestos cercanos. Teniendo en cuenta la distancia existente entre los puestos y la escuela, muchos de ellos llegan en su caballo o burrito. Otros, al igual que los docentes, lo hacen en una movilidad que proporciona el Ministerio de Educación gracias a un convenio que hicieron hace un tiempo. Soria recuerda años anteriores cuando debía viajar a diario en su movilidad, rompía cubiertas y debía llegar haciendo dedo en los camiones que transitan por el lugar. Es que la zona tiene una riqueza de minerales como dolomita y cuarzo, por lo tanto las canteras de los mismos abundan en el lugar. 

"Estar y trabajar en un lugar asi lleva su dedicación, su tiempo. Toma más valor la profesión por el sacrificio que hace un maestro rural", cuenta Soria. La Escuela cuenta con Nivel Inicial, Educación Primaria, Educación Secundaria de ciclo básico es decir hasta Tercer Año en la modalidad  Rural Aislada. "Se trabaja con profesor itinerante, con el director titular  y el maestro de grado. Es baja la matrícula en general por la realidad del lugar, por la escases de trabajo y de estudios superiores. Es una escuela pequeña pero grande de corazón", manifiesta Fredy, como lo conocen al docente.  

Quienes trabajan allí, cumplen una función extra además de enseñar porque además cumplen una función muy importante en lo social, en lo familiar y también en las fechas importantes de la comunidad realizando actividades para el "Día del Padre", "Día de la madre" o el "Día del Niño". Incluso para los cumpleaños de los chicos, los docentes hacen lo suyo: "Se les hace un festejo pequeño pero muy válido y con su torta, en ese sentido la escuela está muy comprometida con la comunidad", afirma el maestro. Claro que en la escuela también hay necesidades: mientras ya está proyectada la ampliación de sanitarios, la provisión de energía eléctrica es insuficiente. "En Los Bretes la alimentación de energía eléctrica es con un cable unipolar y cuando se trabaja con muchas computadoras o máquinas de gran consumo, se agota. En ese momento tenemos que alternar y dividir las potencias de consumo porque es insuficiente", expresó.

Soria, nacido y criado en Valle Fértil habla y se emociona al hablar de su profesión. Afirma que no cambiaría su labor por nada. "Tuve la suerte que desde pequeño me enseñaron la cultura del trabajo, desde vender semitas hasta ayudar en el campo a mi padre. La vida me presentó esta oportunidad de trabajar en otras escuelas como docente suplente en la ciudad de San Juan en un escuela de Santa Lucía,  pero después permuté con otra docente para venir a Los Bretes por decisión propia, por convicción. Tengo raíces muy profundas en Valle Fértil, he salido a trabajar pero decidi vivir mi vida en Valle Fértil y eso no lo cambio por nada", expresó el docente que a diario da ejemplo de amor a la profesión entre la belleza de paisajes de Los Bretes.